Itailak
En Zeanuri (B) y en otros pueblos del interior de Bizkaia este arado de púas recibe el nombre de itillak o itailak. Está formado por un largo y grueso varal, kamea, de 3.50 metros de largo en cuya parte posterior lleva incrustadas dos traviesas de similar grosor pero de diferente largura. La traviesa delantera, aurreko subile, mide un metro de largo y la trasera, atzeko subile, situada a unos 25 centímetros de la anterior alcanza 1.20 metros. Ambas traviesas están reforzadas en sus extremos por aros de hierro, uzteiak, y unidos entre sí por el varal que los atraviesa y por dos travesaños laterales cortos, errelak. La traviesa delantera lleva cuatro púas, hortzak, y la trasera cinco de unos 15 centímetros de largo que terminan en ángulo cuyo extremo es de forma lanceolada; con mayor o menor inclinación. Así mismo estas terminaciones son afiladas o romas según se pretendiera arar a mayor o menor profundidad. De vez en cuando estas púas se sacaban de los travesaños y se llevaban al herrero del pueblo para que les diera forma en la fragua y las afilara en el yunque cuando se desgastaban.
Para el arrastre de este arado se introducía la punta del varal en la pieza que cuelga del orificio central del yugo, burtedea. Allí se le sujetaba mediante dos clavijas de madera, larakoak, una anterior y otra posterior, que se introducían en los dos orificios que tenía el varal en su extremo. Había también quienes utilizaban para el arrastre una cadena que sujetaba el arado al yugo, buztarria.
Sobre el travesaño trasero del arado sobresalían dos empuñaduras de madera, eskutinek, donde el arador apoyaba sus manos y conducía el arado apretándolo contra la tierra. Para hacer estas empuñaduras se servían de un corte de castaño o de avellano que ofrecía una curvatura natural, makoa, en forma de L invertida.
Delante de la yunta de vacas o bueyes iba generalmente un chico que les guiaba. A esta labor de guiar la yunta se le denominó itaurren (egin).
Este arado, itailak, ha sido el apero de arrastre más utilizado en las labores previas al sembrado de maíz. El layado, laizar, solamente tenía lugar para voltear la tierra y prepararla para la siembra del trigo.