El arado en Vasconia continental

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Nabarra

En Sara (L)[1] nabarra era una cuchilla o cutre de hierro sujeta al codo de un madero encorvado. Su parte cortante y puntiaguda era de 35 cm de longitud y la espiga destinada a ir sujeta en el armazón de madera era de 20 cm. Este armazón se llamaba nabarzura y, de sus dos brazos, el que hacía de esteva, giderra, y el que hacía de timón, endaitza. Aquel medía 165 cm y este, 80. La cuchilla recibía el nombre de nabarburdin y llevaba su brazo más corto metido en el codo del armazón de madera, donde se inmovilizaba mediante una cuña, ziria, también de madera. En la punta del timón iba una clavija, donde se sujetaba la cadena o la soga que le unía al yugo. En el extremo libre de la esteva, por su lado inferior, había un saliente llamado bara en el que se apoyaba la mano en los casos en que había que atrasar el aparato.

Un palo de dos metros y medio de longitud, terminado en horquilla en un extremo se llamaba nabar-garbitzekoa. Lo utilizaba el arador para desembarazar de las hierbas y de otras suciedades con las que quedaba con frecuencia agarrotada la cuchilla. A esta función correspondía su nombre nabar-garbitzekoa que significa “instrumento de limpiar la cuchilla o nabarra”.

Goldea

En los años cuarenta del siglo XX Barandiaran hacía esta descripción del arado, goldea, que era utilizado en Sara (L): se componía de varias piezas todas ellas de madera, salvo la reja, que era de hierro, golde-muturra. Su armazón, goldezura, constaba de dental o pie, aztala, cuya punta enchufaba en la reja, mientras por el lado de atrás se acodaba y se prolongaba formando el mango, golde-giderra, de lanza o timón, endaitza; de dos orejeras, beharriak, o tarugos laterales que convergían oblicuamente en la reja y de un travesaño de madera llamado zangoa que unía el dental con la lanza o timón. Este tenía una clavija, ziria o arrastila, destinada a la cadena o cuerda que le unía con el yugo, mientras el otro extremo se articulaba en la pieza que formaba el mango y el dental, a 30 centímetros de altura sobre este. El dental con ambas orejeras formaba una armadura llamada goldeaztala que en la parte zaguera alcanzaba la anchura de 28 cm, mientras que adelante medía solo 16 cm.

Goldenabarra

Goldenabarra llamaban al apero que se componía de los dos instrumentos descritos anteriormente: goldea y nabarra. Combinados ambos y tirados por una misma yunta de vacas o de bueyes, abrían surcos en la tierra. Era el arado principal en las labores de remover la tierra hasta fines del siglo XIX[2]. Nabarra, descrito anteriormente, era una cuchilla de hierro sujeta a una lanza larga de madera, acodada en un extremo. Iba delante del goldea y hacía en el suelo una hendidura por la que la reja de aquel se abría paso, rompiendo y revolviendo la tierra.

Goldea era el arado propiamente dicho, que abría surcos echando la tierra a los costados.

El arador asía el golde con la mano izquierda y el nabar con la derecha, o viceversa, según la dirección en que anduviera. Las varas de ambos instrumentos se unían al yugo de la yunta mediante sendas cuerdas o cadenas[3].

Nabarra, goldenabarra, adareta eta urdamuturra. Sara (L). Fuente: José Miguel Barandiaran, Grupos Etniker Euskalerria.

Adareta

Adareta es el nombre de un tipo de arado que se generalizó en el pueblo de Sara (L) en la segunda mitad del siglo XIX. En los años cuarenta del siglo XX se empleaba todavía en muchas casas de la región; servía para remover la tierra profundamente y volverla a un lado, mediante una vertedera fija. Era un madero de metro y medio de longitud, de forma un tanto curva, que formaba el eje del instrumento. En él iban montadas varias piezas metálicas. Así en el tercio trasero del eje estaban fijos el bular y el zango, piezas de hierro colado cuyos extremos inferiores estaban unidos por una barra de los mismos llamada aingira.

Del bular arrancaba hacia la derecha del arador y en dirección divergente con respecto al eje del aparato otra pieza de hierro colado, que era la vertedera, beharria.

Un travesaño de hierro, que iba del zango a la vertedera, reforzaba la posición de esta. En el extremo inferior del bular iba claveteada la reja, adaremuturra, que era de acero.

A unos 30 cm más adelante que el bular iba fija, en el lado izquierdo del eje, la cuchilla de acero denominada nabarra. Estaba sujeta contra el madero, mediante una chapa de hierro a modo de armella o abrazadera cuyo nombre era nabarretxea.

El tercio delantero del eje se llamaba endaitza: era el timón. En su lado inferior llevaba sujeta una cadena de hierro, tira, que pasando por los dientes del extremo bajo de una barra de hierro llamada laatza, se enlazaba con otra cadena que iba al yugo de la yunta. El laatz iba encajado en el extremo delantero del timón: se le podía subir o bajar a discreción, según que se quisiera que la reja se introdujera más o menos en la tierra.

De ambos lados del extremo zaguero del eje partían dos palos de 90 centímetros de longitud, unidos más arriba por medio de un travesaño: eran el mango o esteva, giderra, del instrumento.

Las piezas de hierro colado se fabricaban en Baiona; las demás, reja, cuchilla o nabarra y la armadura de madera, en la localidad. A mediados del siglo XX este apero iba siendo reemplazado por el brabán, arado de doble reja.

Urdamuturra

En la misma localidad de Sara (L) el arado denominado urdemuturra (que puede traducirse por “hocico de puerco”); se llamaba también atuna. Barandiaran señala que este apero procedía de la Navarra continental. En los años cuarenta eran raros los vecinos de Sara que lo utilizaban.

Se distinguía de adareta en que su reja y su orejera podían cambiar de lado, según conveniera echar la tierra a la derecha o a la izquierda. Un gancho, makoa, de hierro que partía del eje del instrumento, sujetaba la parte móvil en la posición adoptada. Este tipo de arado era particularmente útil para trabajar en tierras de mucha pendiente. Su poco peso le hacía apropiado para estos trabajos.

Había urdemuturra que tenía cuchilla delantera como el adareta. Las había también que no la tenían. Esta última clase era utilizada principalmente en la escarda de las viñas y maizales.

La inclinación de la reja se graduaba, bien por medio de una barra, laatza, articulada en la reja misma y en el eje, bien variando la altura del enganche en el extremo libre del timón.

El modelo primitivo de este tipo de arado tenía un solo mango y la punta de la reja muy alargada. Su nombre era perla.

Golde itzulkorra

Fue un arado que se introdujo más tarde que el adareta pero no alcanzó mucha difusión. Tenía dos ejes contrapuestos delante y atrás que podían funcionar en una dirección o en la contraria según el rumbo que debía tomar el instrumento.

Brabán

Ya en los años 1940 el arado llamado brabán, totalmente metálico y producido por la industria metalúrgica, desde los años veinte fue sustituyendo a los antiguos arados de fabricación rural como el abareta que tan buenos servicios prestó en tierras de mucha pendiente. En Liginaga (Z) y Donoztiri (BN) Barandiaran consignó una evolución similar en la utilización del arado.

Este tipo de arado se generalizó también en Vasconia peninsular a partir de los años 1920 como señalaremos más adelante.


 
  1. José Miguel de BARANDIARAN. Bosquejo etnográfico de Sara. Ataun: 2000, p. 192-193.
  2. El escritor vasco Pedro de Axular, cura de Sara, al aludir a los aperos de labranza cita el goldenabar como principal instrumento aratorio en varios pasajes de su libro Guero publicado en el año 1643. Así en la página 468 dice: “Golde-nabarretan edo golde-picoetan, lurlantcen, eta apaintcen, guibelat beha dagoela hari denac, hildoa maccur eguinen du” (quien labra la tierra y la adereza con goldenabar o goldepiko, mientras está mirando atrás, hará torcido el surco)” citado por José Miguel de BARANDIARAN. Bosquejo etnográfico de Sara. Ataun: 2000, p. 195.
  3. La representación del goldenabar aparece en estelas discoidales de varias localidades del País Vasco continental. José Miguel de BARANDIARAN. Bosquejo etnográfico de Sara. Ataun: 2000, p. 195.