Utensilios de pesaje
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En el Valle de Carranza (B) para pesar se han recogido los siguientes utensilios de pesaje, aplicables a otras muchas localidades: la romana que era todo artilugio del que hubiese que colgar lo que se fuese a pesar. Báscula, el apoyado sobre una superficie, el suelo por lo común, y sobre el que se posaba el género a pesar. Balanza aquel que contaba con dos platillos en uno de los cuales se ponía lo pesado y en el otro las pesas con las que realizar la medición.
Hoy día las casas disponen de más aparatos para realizar estas mediciones y se ha extendido la forma genérica de peso.
Romanas
No todas las casas contaban con romana, pero siempre cabía la posibilidad de pedirla al que la tuviese. Se utilizaba por ejemplo para pesar el chon o cerdo recién sacrificado. Los comerciantes que vendían sus productos por las casas utilizaban romanas de menores dimensiones, por lo común de las que contaban con bandeja en la que depositar el género.
Algunos informantes también llaman romana a un artilugio que usaban los tratantes para pesar los corderos (y que se tenía en algunas casas) que por su descripción recuerda a un dinamómetro.
En Abezia (A) en las casas es habitual ver un gancho en el techo para colgar la pequeña balanza romana de la que disponen todas las casas. El municipio dispone de una grande. En Beasain (G) para pesar cantidades pequeñas se utilizaba la balanza llamada romana, en libras.
Básculas
La más común que recuerdan los informantes consistía en una base en la que se depositaba el género y una barra numerada a lo largo de la cual se movía un pilón, como en la romana, hasta alcanzar el punto de equilibrio que indicaba el peso.
Algún informante llama a este artilugio la ladrona, reflejo de la conflictiva situación que vivían sobre todo cuando compraban pienso para el ganado, ya que sabían que sistemáticamente les robaban por estar las básculas amañadas.
En décadas más recientes los informantes, mayoritariamente ganaderos, se han acostumbrado a básculas de grandes dimensiones donde se pesan los camiones con el forraje que compran.
En Beasain (G) para pesar cantidades grandes se utilizaban las básculas colgantes, como las de los molinos, en una de cuyas tablas se colocaban pesas de piedra, con anilla superior, de 40, 60 y hasta 80 libras.
Balanzas
Algunas casas contaban con balanza, la más común se componía de dos platillos montados sobre una base y un fiel que indicaba el punto de equilibrio, además de un juego de pesas para efectuar la medición. También en Berastegi (G) han consignado que para pequeñas transacciones se utiliza la balanza o romana compuesta de dos platillos y el fiel en el centro.