La siembra
Según el cultivo del que se trate, se utilizan sembradoras de diferente tipología. Los cereales se siembran con una máquina acoplada al tractor y que consta de una gran tolva alargada de lado a lado del tractor y de unos pequeños tubos (del orden de 18 a 30) que se introducen en la tierra y depositan el grano en hileras muy juntas conforme el tractor sigue su marcha. El girasol, el maíz, la alubia o la remolacha, necesitan de una sembradora con seis pequeñas tolvas con similar número de surcos donde depositan las semillas a una distancia regulada. La patata se siembra con una sembradora de dos o cuatro surcos a los que se suministra la semilla a través de una gran tolva.
Después de la siembra, es necesario esperar a que las plantas germinen para poder realizar los siguientes trabajos con máquinas. No obstante, si la labor de rastra o grada no ha sido del todo satisfactoria, en el caso del cereal, antes de que nazca la semilla, se puede pasar un rodillo o rulo dentado que termina por allanar el terreno.
Las lechugas, escarolas y otras verduras se presentan en pequeños plantones que llegan en cajas y se siembran con máquinas especiales, tiradas por el tractor, encima de las cuales se sientan varios operarios que distribuyen los plantones en la tierra.