Diferencia entre revisiones de «Indumentaria masculina»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En algunas localidades han aportado algunos datos de elementos complementarios del atuendo de quienes trabajaban en el campo. Así en Obanos (N) los elementos que formaban parte del equipo del jornalero eran: la alforja, donde llevaba el companaje, la bota y una manta para protegerse del frío y la lluvia.
 
En algunas localidades han aportado algunos datos de elementos complementarios del atuendo de quienes trabajaban en el campo. Así en Obanos (N) los elementos que formaban parte del equipo del jornalero eran: la alforja, donde llevaba el companaje, la bota y una manta para protegerse del frío y la lluvia.
  
En Viana (N) dicen que nunca dejaban la manta en casa, se utilizaba como abrigo principal, para echar la siesta en el campo y protegerse montado en la caballería del frío y de la lluvia. "Siempre llevaban al campo una manta" —señalan los informantes—, generalmente a cuadros, que colocaban sobre la caballería. Se puede considerar también como una prenda, que completaba la vestimenta, la alforja, de tela fuerte, a veces rayada, totalmente necesaria, por llevarse en ella sobre todo los ingredientes para hacer la comida y la bebida, el vino en la bota o en una botella forrada con un trapo humedecido.
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En Viana (N) dicen que nunca dejaban la manta en casa, se utilizaba como abrigo principal, para echar la siesta en el campo y protegerse montado en la caballería del frío y de la lluvia. "Siempre llevaban al campo una manta" –señalan los informantes–, generalmente a cuadros, que colocaban sobre la caballería. Se puede considerar también como una prenda, que completaba la vestimenta, la alforja, de tela fuerte, a veces rayada, totalmente necesaria, por llevarse en ella sobre todo los ingredientes para hacer la comida y la bebida, el vino en la bota o en una botella forrada con un trapo humedecido.
  
  

Revisión del 09:40 25 jun 2018

En Abezia (A) se ha recogido que los hombres visten camisas de cuadros sufridas, es decir, oscuras, para que no se note la suciedad. Si es necesario, visten también gruesos jerseys de lana, chalecos y otras prendas de abrigo. También suelen llevar fajas para proteger los riñones y el estómago así como boina en invierno y un pañuelo atado por las cuatro puntas sobre la cabeza en verano para evitar el polvo.

En Argandoña (A) dicen que aunque la forma de vestir se ha generalizado, en el agricultor todavía se observa algún signo distintivo como el pantalón azul Bergara (también utilizado por otros gremios) o la boina. Normalmente, la ropa de abrigo suele consistir en pantalones, camiseta, camisa y jersey, además de chubasquero. La cabeza, en determinados momentos, se suele cubrir con gorros en invierno o con gorras de visera en verano. No se estilan las gafas de sol en el trabajo del campo. Las manos suelen ir desnudas, ya que el agricultor está muy acostumbrado a manipular máquinas, por lo que las manos siempre están llenas de grasa y barro.

En Moreda (A) para realizar diversas labores agrícolas como cavar en el campo, sacar las cuadras de los ganados, estercolear las hortalizas, dar de beber agua a las caballerías en el bebedero público un día de fiesta... se ponían los chanchullos, que en otros lugares llaman bombachos. Son unos pantalones de color azul que se vestían por encima del pantalón bueno. Se ataban a la cintura con una cinta. Poseían aberturas a la altura de los bolsillos para pasar las manos directamente al pantalón que iba debajo. La bragueta era abierta, sin botonadura, para acceder a la del pantalón interior. Durante las faenas de la siega y trilla los hombres cambiaban la boina por el sombrero. También en Ribera Alta (A) antaño se han utilizado mucho los bombachos de color azul por parte de los hombres.

En Viana (N) usaron mucho para todo tipo de trabajo, sobre todo en verano, los bombachos o pantalones azules, atados a la cintura con cuerda o con goma, y que, a veces, se los vestían para proteger a otro pantalón que iba debajo. Las camisas eran de color azul, de cuadros o blancas, antes sin cuello, "de tirilla".

En Artajona (N), antes de los años 1940, la indumentaria de los hombres para las faenas agrícolas era: camisa, de la que cada varón tenía dos para los días laborables, pantalón de pana negra, de lanilla o de tela de Bergara, blusa azul y boina negra. Las blusas azules se consideraban menos serias que las negras que las utilizaban los días festivos. Señalan que los bombachos azules para el campo confeccionados aparecieron hacia 1930 y se generalizaron desde 1940. Se ponían sobre el pantalón o sustituyéndolo. El bombacho se tenía a mano, cerca del establo, para cuando había que entrar mudado a dar pienso al ganado, con objeto de vestirlo sobre el pantalón. En los trujales, los trujaleros vestían sobre la ropa propia unas blusas cortas, blancas o azules. Eran propiedad de los dueños del trujal y cada trujalero tenía dos juegos. Se dejaban los sábados para lavar.

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En Amorebieta-Etxano (B) la ropa utilizada en las faenas del campo era siempre vieja y con remiendos, tanto las camisas como los pantalones. A veces sobre un pantalón corriente se ponían los bombachos para trabajar.

En Bedarona (B) para los trabajos del campo y de la cuadra se vestían camisas y pantalones de mahón ajados y viejos. Utilizaban una faja, gerrikoa, negra para las labores agrícolas y en lacabeza siempre boina negra. Cuando hacía frío llevaban jersey y abrigos de lana.

En Ajangiz, Ajuria, Gautegiz Arteaga y Nabarniz (B) pantalón de mahón, con más petachos que tela según los informantes. Una informante de Ajuria para definir ese pantalón utiliza la expresión: "praka atze-aurrie ", "pantalón remendado". Aparte de las labores de costura que hacían las propias mujeres de la casa, una costurera, joskilie, iba de casa en casa arreglando la ropa. La camisa, arkondarie, era de mahón o de otro tejido, solía estar quemada por el sol y con petachos. En Nabamiz recuerdan que se usaban mucho las camisas de cuadros. Se llevaba faja, garrikoa, para proteger la zona lumbar y como remate en la cabeza la boina, txapela, que, según dicen, no se la quitaban ni para acostarse. Un informante señala que tanto la imagen de su abuelo como la su padre se las representa siempre cubiertos, no se los imagina con la cabeza descubierta. En invierno, sobre todo si llovía, el que podía se vestía con una chaqueta vieja y el que no disponía de ella, con un saco de arpillera en forma de choto por la cabeza y la espalda. Lo que no se utilizaba era el paraguas.

En Berastegi (G) la indumentaria, jazkerak, utilizada es: pantalón azul de mahón, camisa, jersey o cazadora si hace frío. Para protegerse del sol se cubrían la cabeza con boina. En Elgoibar (G) para sacar la basura de la cuadra vestían pantalón de mahón y camisa. En Hondarribia (G) los hombres vestían camisa, pantalón, faja y boina.

En Obanos (N) el agricultor ha usado bombachos de algodón azul Bergara, generalmente con petachos, camisa de cuadros o rayas y chaleco negro. Se cubría la cabeza con la boina que hoy casi nadie la usa, sustituida por viseras y gorras. Los mayores se protegían el vientre y los riñones con una faja negra con la que se daban varias vueltas. En invierno, a falta de mayores abrigos, un rebocillo de lana o tapabocas, llamado popularmente maricón, les protegía la garganta y la boca. En verano, especialmente durante la siega, la ropa era más ligera y se protegían del polvo y de la paja con unos pañuelos anudados al cuello. También era frecuente en verano ver a los hombres con un pañuelo con cuatro nudos en la cabeza, para protegerse del sol ya que la boina da demasiado calor.

En Apodaka (A) señalan que la ropa utilizada era diferente según la labor y la época del año. En invierno, pantalón de pana o azul oscuro y chaqueta o capote viejos. Con buen tiempo, pantalón y camisa; para la trilla, pantalón, camisa y pañuelo de cuadros azules al cuello. En la cabeza, boina o pañuelo, en la siega sombrero de paja.

En Berganzo (A) pantalones de pana o azules con muchos remiendos. Camisas de cuadros, sufridas, remendadas, de manga corta en verano y larga en invierno. Chaquetas de paño o de lana de colores oscuros atadas en su parte delantera con botones o con cremallera. Los riñones y el estómago se protegían con faja de tela o de hilo, de color negro. En invierno chalecos de pana o de lana así como jerseys o elásticos para protegerse del frío. Para cubrirse la cabeza y protegerla del sol una boina o un sombrero de paja. Los hombres y jóvenes cuando iban a segar, trillar... para que no les diera directamente el sol, se cubrían la cabeza con un pañuelo moquero blanco, negro o de cuadros que se sujetaba con cuatro nudos en los extremos. Prendas anteriormente buenas se destinaban al trabajo cuando estaban gastadas.

En Pipaón (A), según la época, se han vestido pantalón de pana y de mahón, camisas, chaquetas de punto o de pana. Para cubrirse la cabeza, la clásica boina. En verano, el sombrero de paja de ala era necesario para protegerse del sol.

En Treviño y La Puebla de Arganzón (A) los hombres vestían ropa que estuviera muy usada. Variaba según la época y el momento: pantalón de pana o azul, o bien buzo azul de peto; cualquier camisa, por lo general muy usada. Se cubrían la cabeza con boina, sombrero de paja o pañuelo blanco anudado en las cuatro puntas. En invierno, pasamontañas y bufanda. Chaqueta de paño, chaleco o jersey de lana. Los mayores se ponían faja ancha negra y más estrecha los jóvenes.

En Cárcar (N) los hombres vestían en invierno pantalones y chaqueta de pana, en verano pantalones de tela azul. Cuando estas prendas quedaban inservibles, se reaprovechaban para confeccionar delantales que utilizaban las mujeres en las faenas en que había aguada[1]. Hasta la llegada de las viseras y gorros, los hombres jóvenes, a diferencia de las mujeres, se cubrían menos la cabeza de las inclemencias climáticas. En determinadas ocasiones, como por ejemplo en la descarga de la paja, se colocaban pañuelos al cuello. Para ciertos trabajos duros, como la siega con guadaña, algunos hombres se fajaban, es decir, se colocaban alrededor de la cintura una faja hecha de tela dura y fuerte.

En Viana (N) en el pasado los campesinos utilizaron mucho la pana negra o marrón, tanto en pantalón como en chaqueta y chaleco, "traje de roble" se le llamaba por la tela tan fuerte. Las personas de cierta edad, y en según qué estación, incluso vestían chaleco oscuro de paño o de pana. No era muy corriente llevar al campo el tapabocas, bufanda ancha de paño de lana, mucho más utilizada dentro de la población. El sombrero de paja en su color, de ala ancha, protegía la cara, principalmente durante la siega, pero también era utilizado el sombrero de tela de colores sufridos. El uso de la boina estaba generalizado en las labores del campo, siempre de color negro, de tamaño pequeño, sin vuelo anterior, que se colocaba bastante trasera hacia el cogote.

En esta misma localidad navarra en algunas operaciones de siega o trilla se colocaban un pañuelo, mayor que el pañuelo moquero. Era de color sufrido o a cuadros, y lo anudaban al cuello para evitar el polvo y recoger el sudor. En menos ocasiones, y hechos cuatro nudos en las cuatro puntas, a manera de boina, se cubrían la cabeza para evitar el sol. También en la siega y para protegerse, alguno se colocaba un mandil o delantal de arpillera para preservar la ropa, atado con cordones hacia detrás, y manguitos de tela para los brazos. En ciertos trabajos, como cargar y descargar sacos, cavar, layar, etc., requerían proteger los riñones, y para ello llevaban una ancha faja de color blanco, negro o gris con varias vueltas alrededor de la cintura. En Valtierra (N) la indumentaria se acompañaba siempre de una faja para proteger los riñones y de boina para la cabeza.

En Artajona (N) para la siega se ponían manguitos hechos en casa con cualquier tipo de tela fuerte, sujetándolos encima del codo con una goma, y un peto de tela colgado al cuello y atado con trencillas o con cuerda a la cintura. Algunos empleaban peto de cuero. Su misión era evitar que la camisa se estropeara con el roce de la mies. Nadie se quitaba la camisa en estas labores, en todo caso se llevaba desabrochada (ir despechugau). Solían ponerse un pañuelo al cuello, o cogido con la boina, y cayendo sobre la espalda, cubriendo el cuello, en los días de mucho calor. El pañuelo al cuello se llevaba siempre en las eras durante la trilla, para evitar que se introdujera paja y polvo entre la camisa y el cuerpo. Lo mismo se hacía para llevar al hombro las sábanas de paja.

En algunas localidades han aportado algunos datos de elementos complementarios del atuendo de quienes trabajaban en el campo. Así en Obanos (N) los elementos que formaban parte del equipo del jornalero eran: la alforja, donde llevaba el companaje, la bota y una manta para protegerse del frío y la lluvia.

En Viana (N) dicen que nunca dejaban la manta en casa, se utilizaba como abrigo principal, para echar la siesta en el campo y protegerse montado en la caballería del frío y de la lluvia. "Siempre llevaban al campo una manta" –señalan los informantes–, generalmente a cuadros, que colocaban sobre la caballería. Se puede considerar también como una prenda, que completaba la vestimenta, la alforja, de tela fuerte, a veces rayada, totalmente necesaria, por llevarse en ella sobre todo los ingredientes para hacer la comida y la bebida, el vino en la bota o en una botella forrada con un trapo humedecido.


 
  1. Número de días en que un pueblo tiene derecho exclusivo a determinadas aguas de riego. IRIBARREN, Vocabulario navarro, op. cit.