Diferencia entre revisiones de «LA CAZA DE ALIMAÑAS/eu»
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En determinadas montañas existen todavía loberas, es decir, terrenos enmarcados por dos costados con sendas paredes que convergen hacia una fosa profunda. Esta disposición facilitaba el resultado de la caza de ojeo cuando se sabía que algún lobo andaba por la montaña. Donde no había lobera la caza era menos segura. Aun así mediante una batida combinada de un grupo, auxiliado por perros, se procuraba espantar a las fieras obligándolas a huir hacia un desfiladero donde otros cazadores las aguardaban armados con escopetas<ref>José Miguel de BARANDIARAN. «Aspectos sociográficos de la población del Pirineo Vasco» in ''Eusko-Jakintza'', VII (1953-1957) p. 19.</ref>. | En determinadas montañas existen todavía loberas, es decir, terrenos enmarcados por dos costados con sendas paredes que convergen hacia una fosa profunda. Esta disposición facilitaba el resultado de la caza de ojeo cuando se sabía que algún lobo andaba por la montaña. Donde no había lobera la caza era menos segura. Aun así mediante una batida combinada de un grupo, auxiliado por perros, se procuraba espantar a las fieras obligándolas a huir hacia un desfiladero donde otros cazadores las aguardaban armados con escopetas<ref>José Miguel de BARANDIARAN. «Aspectos sociográficos de la población del Pirineo Vasco» in ''Eusko-Jakintza'', VII (1953-1957) p. 19.</ref>. |
Revisión del 12:20 6 feb 2019
En determinadas montañas existen todavía loberas, es decir, terrenos enmarcados por dos costados con sendas paredes que convergen hacia una fosa profunda. Esta disposición facilitaba el resultado de la caza de ojeo cuando se sabía que algún lobo andaba por la montaña. Donde no había lobera la caza era menos segura. Aun así mediante una batida combinada de un grupo, auxiliado por perros, se procuraba espantar a las fieras obligándolas a huir hacia un desfiladero donde otros cazadores las aguardaban armados con escopetas[1].
Mucho más precarios han sido los procedimientos de asustar a los depredadores mediante el empleo de fuego o realizando fuertes ruidos. Otros recursos como el veneno han tenido por el contrario efectos devastadores.
La presencia de estos animales ha dado lugar a numerosos topónimos como los que a continuación se recogen a modo de ejemplo, todos ellos constatados en poblaciones alavesas: Pieza del Lobo (Lagrán), Portillo del Lobo (Montes de Vitoria), Cueva del Lobo y Ventana del Lobo (Apellániz), Paso de los Lobos y Loma de las Raposeras (Bujanda), Raposera (Lagrán y Markinez), Cueva del Raposo (Santa Cruz de Campezo) y Peña del Raposo (Alda)[2].
Apartados:
Contenido de esta página
La captura del lobo
Las loberas
La caza del zorro
Perros asilvestrados
Depredadores menores
El oso
Contratación de alimañeros
Recompensa por los animales capturados
Apéndice: Descripción de algunas loberas