La venta de lana hoy

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Después de haber caído la demanda durante largo tiempo, parece que el precio que se paga por la lana ha iniciado una cierta recuperación. Según el profesor Iñigo Agirre, si bien en tiempos pasados la producción de lana fue tan importante como la de carne, en los años setenta se la consideraba ya un subproducto debido a la competencia de las fibras sintéticas[1].

En el Valle de Carranza (B) durante algunos años recientes la lana ha carecido de valor, quemándose incluso en ocasiones la producción. Igualmente en otros lugares de las Encartaciones (Abanto, Galdames, Muskiz y Zierbena-B) anotan que apenas si se aprecian la lana y la piel que en otro tiempo gozaban de consideración.

En Gorbea (Zeanuri-B) hace bien poco la lana perdió completamente la estima que tuvo en otro tiempo y algunos pastores se vieron obligados a quemarla para deshacerse de ella. A finales de los noventa se inició una recuperación llegando a pagarse a ochenta y noventa pesetas el kilo.

En Anboto-Urkiola (Atxondo, Abadiano-B) y en Anboto-Olaeta (A) señalan los informantes que la demanda de lana ha caído mucho recientemente. En esta última comarca anotan que si bien en épocas pasadas se utilizó incluso como aislante, hoy en día se la venden a mayoristas para fabricar alfombras y colchones. En Belatxikieta (Amorebieta-B), hasta los años ochenta, se pagaba poco y a partir de entonces bajó más si cabe el precio lo que obligó en ocasiones a tirarla. A partir de mediados de los noventa se ha apreciado algo.

Lana amontonada por su escaso valor. Beunde (G), 1992. Fuente: José Zufiaurre, Grupos Etniker Euskalerria.

En Berriz (Oiz-B) a finales de los años noventa era poco apreciada. Advertía un informante que en 1995, por necesidad de espacio, se vieron obligados a quemar la lana almacenada en cuatro años por la imposibilidad de venderla y en Zenarruza (Oiz-B), según los encuestados, hoy día no es apreciada, ez dauko tirarik, y es vendida a 60 pesetas/kg a la Asociación de pastores a la que pertenecen.

En la Tierra de Ayala (A), hubo años en que la lana se depreció y algunos pastores la quemaron, hoy día se está volviendo a apreciar. Es un dato constatado también en otras localidades citadas en el apartado anterior de producción y precio de la lana.

En Zuya (A) desde la aparición de las fib ras sintéticas ha quedado relegada a segundo término y ahora se malvende. El precio ha caído tan bajo, que si el esquileo se realiza con jornaleros justo alcanza para el pago de sus sueldos. No obstante parece que de nuevo el mercado de la lana se va recuperando algo.

En el Valle de Salazar (N) la venta no aporta beneficios, no alcanzando a veces con el dinero obtenido ni para pagar a los esquiladores. Muy recientemente por un kilo de lana se ha pagado entre 60 y 65 pesetas cuando esquilar una oveja cuesta unas 150.

En Lodosa (N) hay quienes aseguran que hoy día cobran más los esquiladores por oveja esquilada que lo que se obtiene por el kilo de lana, pero aun así es una labor que es preciso realizar anualmente.

En Zunharreta (Z) señalan que en tiempos pasados la lana se vendía pero que hoy día ya no se vende porque no vale nada.


 
  1. Iñigo AGIRRE. Eusko Lurra. San Sebastián, 1974, p. 72.