Arriurdin

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Desde Telleriarte y Brinkola, localidades pertenecientes al municipio de Legazpia (G), subían los pastores con sus rebaños a las laderas septentrionales de la Sierra de Aizkorri.

Antaño algunos de ellos llegaban en verano hasta la zona de Arriurdin situada a 1.200 m de altitud al pie de Artzanburu (1.368 m). Allí crece una fina hierba que los pastores llaman aitz-belar y que se consideraba la mejor para las ovejas. En este lugar se estableció un grupo de tres cabañas, etxaolak, que perduraron hasta 1935. Según la descripción que de ellas nos hizo Felipe de Barandiaran en 1955[1] eran de estructura similar a las de Urbia situadas en la vertiente sur de la crestería. Estaban construidas con piedra caliza en planta rectangular de seis por tres metros. En su interior había dos compartimentos separados por un tabique de tablas; el primero estaba destinado a la fabricación de quesos; en el siguiente se encontraba el lecho con mullido de brezo, illarrea, y frente a él el hogar acondicionado con piedras calizas. El suelo estaba cubierto con losas de piedra.

Junto a las cabañas se situaban los corrales, eskortak, así como las cochiqueras y un establo para el burro o el caballo.

En la zona media de esta vertiente, cabecera del río Urola, en alturas que oscilan entre los 600 y los 900 m los establecimientos pastoriles están compuestos por tres edificaciones que conforman una unidad: la cabaña del pastor, etxaola; el redil de grandes dimensiones, eillorra; y el corral, eskorta, destinado al ordeño de las ovejas.

En estas laderas pastorean las ovejas de primavera a otoño e incluso durante parte del invierno cuando éste no es muy duro. Esto explica el hecho de que el redil, eillorra, tenga grandes dimensiones (12 m x 5 m) y sea capaz de albergar al rebaño en tiempos de lluvia o tormenta o durante las noches.

La cabaña del pastor recibe el nombre de etxaola y tiene las dimensiones de cinco metros de largo, tres de ancho y dos de alto. Está construida con piedras del lugar juntadas con mortero. El caballete de roble descansa sobre los hastiales que rematan en punta. Sobre esta viga y las paredes laterales se apoyan las viguetas, kapirioak, 10 por cada lado; clavadas a ellas van unas tablas delgadas, latak, de castaño, sobre las que se extiende una capa de tepes, zoiak; encima de éstos se colocan tejas acanaladas. Para que los vientos no las arranquen, sobre ellas se pone tanto en el vértice como en los bordes laterales del tejado, una hilera de piedras.

En el interior al que se accede por una puerta baja y estrecha se encuentra el hogar a ras de suelo; sobre él pende el llar, gelatza, sujeto arriba en un saliente de la pared. Entre el mobiliario de la cabaña cabe destacar el lecho, kamaiñea, consistente en una caja hecha de tablas en el suelo y rellena de helecho, garoa. Una losa de pizarra, arberea, apoyada sobre cuatro estacas clavadas en el suelo, que sirve para manipular los quesos, gaztanarria. Del techo cuelgan mediante cuerdas unas tablas, gaztanolak, donde se depositan los quesos. Las tablas adosadas a la pared a modo de anaquel reciben el nombre de apal.

También hay un pesebre de madera, askea, trabajado en un tronco de haya y un asiento circular con tres patas, aulkia, de la misma madera; éste viene a ser más práctico que las sillas de cuatro en los suelos irregulares.

El redil, eillorra, está construido en piedra. Sus dos puertas, de entrada y salida, tienen mayores dimensiones (1,90 m de alto x 1,60 de ancho). La cubierta es de tejas sin tepes. La puerta está protegida contra los vientos y la lluvia por una pared semicircular de 1,50 m de altura que suele llevar encima un techo formado por planchas de zinc y tejas.

El corral, eskorta, tiene forma semicircular y sus dimensiones son 7 m de largo por 6 de ancho, está construido con un muro seco de 80 cm de alto; su suelo está cubierto por losas de pizarra.

Todos estos establecimientos pastoriles en la zona media de la ladera septentrional de la sierra se encuentran a corta distancia de los caseríos de los pastores que los han edificado; el más alejado está a una hora de camino.

Los caseríos que poseen rebaños albergan también sus ovejas en rediles, eillorrak, levantados en las proximidades de aquéllos.


 
  1. Felipe de BARANDIARAN. «La vida pastoril en Brinkola y Telleriarte (Legazpia)» in AEF, XV (1955) pp. 123-144.