El chute
El juego de «el chute» tiene cierta similitud con el de urdanka. Las normas de su juego fueron recogidas en el año 1966 en el Valle de Urraúl Alto (N) en las localidades de Adoáin, Ayechu, Ezcániz, Jacoisti y Zabalza[1].
Se juntaban unos cuantos jugadores y ponían sobre una piedra un cuerno, «chute», de carnero o mardano. A su lado se situaba el jugador al que le había tocado en suerte ocupar ese puesto de guardián. El resto de los participantes se colocaban en un lugar que estaba marcado en el suelo por una raya o señalado con piedras. Situados sobre la raya iban tirando cada uno una piedra contra el «chute». Si no le daban debían quedarse quietos en el lugar donde había caído la piedra que cada cual había lanzado. Si alguno de éstos pretendía escapar de su sitio hacia la raya de lanzamiento, quien estaba guardando el «chute» podía correr hacia él y si lo cogía, el alcanzado pasaba al puesto de vigilar el cuerno.
En la mayor parte de los casos, se esperaba a que uno de los jugadores acertara con su piedra al «chute». Esto obligaba al guardián a correr a por él y esta circunstancia era aprovechada por los que estaban sobre sus piedras, por haber errado, para correr hacia la raya salvadora.
En caso de que todos fallaran, tenían que arreglárselas para llegar hasta la raya sin ser alcanzados por quien guardaba el «chute». Si todos conseguían burlar su vigilancia, volvían a colocarse en su sitio y el juego se reanudaba.
Si el guardián alcanzaba a alguno, él pasaba al bando de los lanzadores, el cogido se situaba junto al cuerno y volvía a reanudarse el juego.
- ↑ Luis Pedro PEÑA SANTIAGO; Juan SAN MARTIN. «Estudio etnográfico de Urraul Alto (Navarra)» in Munibe, XVIII (1966) p. 114.