Alimentación del ganado en la casa

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Se recoge en este capítulo la alimentación que las diferentes especies de ganado doméstico han recibido durante el periodo en el que permanecen estabuladas. Corresponde éste al tiempo invernal durante el cual las condiciones climáticas impiden el crecimiento del pasto y en cualquier caso dificultan la salida del ganado al campo o a los pasturajes de altura. Algunas especies se han mantenido estabuladas permanentemente con independencia del transcurso de las estaciones. Otros animales se han tenido continuamente en la cuadra en función de la finalidad a la que estuviesen dedicados.

En tiempos pasados y en el caso de algunas especies su alimentación suponía un claro ejemplo de cómo aprovechar todo lo que el entorno de la casa de labranza podía aportar, tal era el caso de los conejos. En general el aprovechamiento de los alimentos producidos en el caserío también llegaba al máximo siendo las gallinas, los cerdos y los perros los principales consumidores de lo que podrían considerarse residuos pero que aún conservaban un cierto valor nutritivo.

En la cultura tradicional la alimentación del ganado no era una mera nutrición; se debe tener en cuenta que los animales de casa, sobre todo el ganado mayor, formaban parte del grupo doméstico por lo que se tenía especial cuidado con ellos, lo que se traducía en la atención esmerada que se les dispensaba cuando caían enfermos o parían y en épocas señaladas como la Nochebuena en las que se les suministraban raciones especiales.

Tanto en épocas pasadas como en la actualidad, un tiempo antes de proceder a la venta de los animales o a su sacrificio para el consumo casero se procedía a cebarlos de modo que incrementasen rápidamente su peso a fin de obtener una mejor venta o mayor cantidad de carne.

Recogiendo hierba seca. Berastegi (G), 1978. Fuente: Iñaki Linazasoro, Grupos Etniker Euskalerria.

Con el paso del tiempo se han modificado los tipos de alimentos suministrados al ganado. Se han ido sustituyendo los de producción propia por otros adquiridos en el mercado.

Los cereales se solían moler en los molinos de agua de la localidad. Con el transcurso del tiempo se comenzaron a adquirir directamente en forma de harina. Estos piensos simples, que a veces se mezclaban por los propios ganaderos, pasaron a comercializarse poco a poco bajo la forma de piensos compuestos, que fueron mejorando a medida que veterinarios especialistas en nutrición animal comenzaron a tomar parte en su formulación. Los últimos pasos han consistido en efectuar mezclas en cuya composición entran no sólo los cereales molidos y los demás elementos que hoy en día se agregan a los piensos sino que también se incluyen forrajes.

La mayor parte de la información recopilada hace referencia a la alimentación del ganado en tiempos pasados ya que los sistemas actuales, sobre todo cuando se ha producido la intensificación de la producción, son similares en todos los territorios pues obedecen más a cuestiones de mercado que a costumbres locales.

Se observa una cierta diferencia en lo relativo a la alimentación de los animales domésticos dependiendo de la vertiente en la que se asienten las explotaciones. Así, en la atlántica se ha producido un mayor uso de los pastos mientras que en la mediterránea han tenido más importancia los cereales.