Manta. Pasamontañas. Sombreros

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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La manta, generalmente de cuadros, el tapabocas, el pasamontañas (gorro de lana que cubre toda la cabeza dejando al descubierto los ojos) sombreros y boinas han sido también prendas utilizadas por los pastores para protegerse del frío o del calor.

Los de la Sierra de Codés (N) que no usaban espaldero de piel llevaban una manta doblada al hombro; todavía hay pastores que la utilizan. También la portaban los de Eugi (N) que sujetaban a la manta una especie de caperuza o txoto grande. El uso de mantas como prendas de abrigo se constata en Allo, Lezaun (N); Bernedo, Berganzo, Sierra de Badaia, Moreda, Pipaón, Treviño (A) y Ezkio (G) donde la denominan artzai-manta.

El tapabocas o bufanda tiene un área más extensa: se ha constatado entre los pastores de la Tierra de Ayala, Sierra de Badaia y Berganzo (A); Orozko, Zeanuri (B); Allo, Mélida y Larraun (N). En esta última localidad le denominan tapaboka. Los de Lezaun (N) llaman «rebocillo» a una prenda de abrigo un poco más pequeña que el tapabocas.

Pastor de Sierra Salvada (A) con indumentaria tradicional. Fuente: Félix Murga, Grupos Etniker Euskalerria.

Los pastores del Valle de Atxondo (Sierra de Anboto-B) antaño usaban mantas que cubrían también la cabeza, actualmente llevan bufanda. Los del Valle de Carranza (B) llaman «tapabocas» a una manta rectangular con flecos.

Los pastores de Aoiz, Larraun, Lezaun, Sangüesa, San Martín de Unx (N) y Moreda (A) han utilizado pasamontañas de paño o lana «para que no les salgan sabañones en las orejas» como indicaba un pastor de esta localidad alavesa. Hoy en día es habitual ponerse gorros de cuero o nylon, forrados de lanilla, con orejeras que pueden atarse debajo de la barbilla.

Para protegerse del sol los de los valles pirenaicos de Roncal y Salazar y los de Urraúl Alto así como los de las localidades de Sangüesa y Mélida (N) en la ruta de la trashumancia hasta las Bardenas han utilizado generalmente sombreros de fieltro, de paño o de paja, dependiendo de la época del año.

Los de otras sierras usan más generalmente la boina: en Ultzama (N) recuerdan haber llevado siempre boina, zapela. También se han cubierto la cabeza con esta prenda los pastores de la Sierra de Codés, Sangüesa (N); Araia, Bernedo, Berganzo, Moreda, Valdegovía, Valderejo, Amézaga de Zuya, Moreda, Urkabustaiz (A); Aralar, Izarraitz, Ernio (G); Bernagoitia, Belatxikieta, Garai, Sollube y Zeanuri (B).

Pastor de Moreda (A) con la manta. Fuente: José Ángel Chasco, Grupos Etniker Euskalerria.

Los pastores alaveses de la Sierra de Badaia, Agurain y Treviño (A) han utilizado también gorros de piel o viseras en verano.

De la lluvia se protegían, como anteriormente se ha indicado, con un simple saco. Los informantes de Carranza señalan que fue avanzados los años cincuenta cuando comenzaron a utilizar el paraguas.

Éste por lo general era grande, de loneta y con mango de madera (para no atraer al rayo) y doble varilla que le hacía más resistente. Los colores preferidos eran el azul marino y el negro. En Aoiz y San Martín de Unx (N) lo denominan «paraguas de pastor».

Recuerdan en Allo que en el ajuar de los pastores nunca faltaba el paraguas: grande y descolorido por la acción del sol y el aire; lo llevaban a la espalda, puesto en bandolera. Por ser tan grande era también fácil de romper mientras la varilla central fue de madera; luego aparecieron los paraguas con «alma de hierro». Los de Sangüesa utilizaban un gran paraguas «de dos cañas» de color negro que les protegía de la lluvia e incluso del sol. Los pastores de Zunharreta en Zuberoa utilizan uno de gran tamaño de color azul y con varillas de madera.

El uso reciente del paraguas por los pastores se ha consignado en Aoiz, Eugi, San Martín de Unx, Lodosa, Sierra de Codés, Valles de Roncal y de Salazar-Otsagabia (N); Valle de Atxondo-Anboto, Carranza, Belatxikieta, Bernagoitia, Garai, Gorbea, Nabarniz (B); Aralar (G); Ayala, Sierra de Badaia y Urkabustaiz (A).

Los pastores bearneses de Soum de Lèche en los años cincuenta conservaban los antiguos paraguas de gran tamaño, a los que llamaban parabuayo.