Valderejo
Los pastores de Valderejo sostienen que a finales del siglo XIX y principios del XX hubo chozas ubicadas en los terrenos comunales de «La Sierra». Quedan restos de ellas en los términos conocidos como El Pico, El Gustal, El Ajeladero de las Merinas, Los Cuajuelos, La Horquilla Vieja, Campullido, La Cejuela y La Choza.
Tales restos indican que estos antiguos albergues temporarios eran de una sola estancia. Los de una superficie mayor pertenecen, al parecer, a la época más remota cuando acudían los rebaños de merinas y permanecían en estos pastos durante todo el verano; entonces la choza desempeñaba la función de vivienda. Las chozas más recientes son de menor tamaño y están construidas sobre restos de las de tiempos pasados. Son más sencillas y han sido empleadas por los pastores locales para protegerse de las inclemencias del tiempo durante el día, ya que pernoctaban con sus rebaños en los pueblos.
Rediles. De los rediles que existieron antaño únicamente quedan algunos vestigios de la época en que, durante el verano, llegaban rebaños de ovejas merinas de la mesta. Están ubicados junto a las chozas mencionadas arriba.
Para su construcción se aprovechaban las depresiones del terreno con muros naturales en una parte de su perímetro; el cerco se completaba con piedras tomadas del entorno, acopladas unas a otras aprovechando sus formas.
Además de proteger los animales, estos rediles facilitaban la manipulación del rebaño en el ordeño. Para separar las crías de sus madres en la época del destete existían otros cercados más pequeños adosados a los corrales principales.
Los informantes señalan que no se han usado rediles ni corrales desde los años veinte porque los rebaños regresan cada día al establo doméstico. Solamente los vecinos de Río de Losa (Burgos) han construido alguno en los años noventa obligados por la aparición del lobo en la zona.