San Juan Bautista, protector de los rebaños

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En la antevíspera de San Juan Bautista, 22 de junio, tenía lugar antaño en Igaratza, corazón del Aralar, una feria de ganado que reunía a todos los pastores de la sierra; el lugar conserva todavía su antiguo nombre de Perileku.

Los pastores de Gorbea (B) festejaban antaño la festividad de San Juan reuniéndose ese día para comer juntos una oveja. También se juntaban en esa misma fecha los pastores de la zona de Dima y de Zenarruza (B) en una taberna de su localidad respectiva para festejar a su Santo Patrón.

Según dicen los pastores de Bernagoitia (B) se eligió a San Juan como patrón de los rebaños porque su festividad coincide con el solsticio de verano, que es el día más largo del año y por tanto el día que más tiempo pueden pastar las ovejas, que son animales insaciables.

En torno a su festividad se practican ritos de larga tradición y vinculados a creencias muy antiguas. Los que aquí se van a describir están referidos exclusivamente a la ganadería y al pastoreo y serán descritos tal como fueron recogidos por los encuestadores.

Las ramas de espino albar, de fresno o de avellano y los ramilletes de flores que se colocan el día de San Juan, muy de mañana, en los dinteles de las puertas de las txabolas o de los establos han sido tenidos como medidas de protección en la religión tradicional.