Nombres impuestos a los animales domésticos
De Atlas Etnográfico de Vasconia
Suelen recibir nombre propio aquellos animales que ayudan a sus dueños o a los de casa a realizar tareas domésticas o que les sirven de compañía, con los que tienen un trato continuo y directo. Por esta razón se les impone nombre a las vacas, bueyes, ovejas, burros, yeguas y perros mayoritariamente. También se ha constatado la costumbre de que otros animales domésticos, aunque en menor medida, reciban apelativos, mientras que a las gallinas, conejos, palomas... se les llama por su nombre genérico.
Cuando hay que dirigirse a ellos directamente o se les quiere animar o azuzar en las tareas del campo, por ejemplo a los bueyes o vacas, se les llama por su nombre: aida Rubio! o aida Beltza!