Sierras de Anboto y Oiz
En la Sierra de Anboto (B) existieron terrenos comunales, erribasoak, en los que tenían comunidad de pastos los municipios de Atxondo, Izurza, Mañaria, Abadiano (B) y Aramaio (A). Se aprovechaban principalmente los pastos de Zabalandi, Larrano y Urkiolamendi. Mientras los terrenos comunales permanecieran abiertos los pastores podían moverse libremente, si bien cada uno llevaba su ganado a una zona cuyo uso, por costumbre, se convertía en derecho adquirido y respetado por los demás pastores. Hoy día, realizada la división, los pertenecidos de cada pueblo están vallados de forma que los pastores de un pueblo no pueden pasar con sus ganados a los terrenos de otro. Por su parte, el ayuntamiento de Abadiano ha acotado sus terrenos comunales y, según las características de cada uno de ellos, los adjudica por especies de animales; de esta forma, hay pastos para vacas, otros para caballos, para ovejas o para cabras. Además se ha roto la tradición de gratuidad existente en tiempos pasados y en los últimos años se cobra una tasa por cabeza de ganado que suba a sus comunales.
En los pastos comunales de la Sierra de Oiz (B) el derecho a pastar en una determinada zona era inherente al rebaño y se transmitía, en su caso, con él; es decir, las ovejas ocupaban el lugar que les correspondía por costumbre y tradición; si se vendía el rebaño, éste seguía pastando en el mismo lugar con independencia de quién fuera su dueño.
En Belatxikieta (Sierra de Aramotz), era el ayuntamiento de Amorebieta-Etxano quien daba permiso a los ganaderos para acceder a los pastos, según el número de cabezas de cada solicitante; además primaba a los dueños de vacas pirenaicas, basabeiak.