Ferias fuera de Vasconia
De igual forma que a algunas ferias de Vasconia se desplazaba gente de zonas limítrofes, también en las localidades encuestadas se han recogido datos de asistencia de los naturales del país a realizar compras y ventas de ganado a lugares fuera de Vasconia. Algunas de estas ferias, como las de Torrelavega, Miranda de Ebro o Logroño extendían su radio de acción a una demarcación territorial extensa.
Cuando los labradores y ganaderos se desplazaban a una de estas ferias le dedicaban la jornada completa. Sirva de ejemplo el testimonio recogido en la localidad alavesa de Moreda:
Quienes bajaban a primera hora de la mañana a la feria caballar que se celebraba el 22 de febrero en Logroño, lo hacían para todo el día. Realizaban tratos por la mañana, tomaban allí la comida que habían traído de casa o iban a alguna fonda, volvían al ferial por la tarde para seguir viendo ganado o cerrar algún trato iniciado por la mañana. Además de en el ferial también compraban ganado en las diversas casas o cuadras que había en la ciudad. El ganado viejo que llevaban los labradores lo compraban generalmente los gitanos. Al anochecer regresaban a sus casas. Los de Viñaspre (A) también acudían a esta feria, salían andando de madrugada y en caballería los que fueran a venderla.
En la feria porcina de marzo los lechones comprados se transportaban en un saco de esparto atado por la boca en la que se dejaba hueco para que pudieran patalear. La camada de cochinillos se llevaba al mercado en un carro cubierto de paja o también en cajones abiertos con rejas.
Todavía en los años sesenta, de Moreda acudían a comprar ganado vacuno al Ferial de Logroño de febrero, pagándose entonces por una buena vaca unas 20.000 pesetas y por un burro 7.000. El viaje se aprovechaba para adquirir instrumentos y aperos para los animales tales como cencerros, campanillos, piquetes, zumbas, colladas de madera y cuero... Igualmente acostumbraban a ir a la feria de San Mateo, 21 de septiembre, de la capital riojana y a las de Santo Domingo de La Calzada y Nájera. A esta última por San Miguel, 29 de septiembre, y a la de Santo Domingo, que se celebraba el 8 de diciembre, acudían asimismo los de Pipaón (A), que iban también a la feria de Haro del 8 de septiembre.
En Pipaón y Treviño (A) las compraventas de ganado caballar y mular se realizaban normalmente en las ferias de Miranda de Ebro (Burgos) de los días 1 de marzo y 1 de mayo. En la Sierra de Badaia (A) se ha recogido el dato de que la mejor feria de ganado caballar era la de El Ángel, del 1 de marzo, en Miranda. A ella acudían también de Moreda (A) y en tren desde Urkabustaiz (A). Los de Valderejo iban a la del 1 de mayo y de Bernedo (A) se acudía a las ferias burgalesas de Belorado y Miranda en marzo, y se aprovechaba la ocasión para comprar cebollino.
Del Valle de Carranza y de Lanestosa (B) los pastores acudían antaño a realizar las compraventas de ganado lanar a las ferias de los pueblos cántabros de Ramales de Victoria (el día 20 de cada mes), Ampuero (los sábados, sobre todo los primeros sábados de mes), y Arredondo (el 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos). A esta última localidad iban desde Triano y otras localidades de las Encartaciones (B), cuyos pastores se desplazaban a lugares más alejados como Potes, Reinosa (Cantabria) por San Mateo (21 de septiembre), Medina de Pomar (Burgos) por San Miguel (29 de septiembre) y Espinosa de los Monteros, pueblo también burgalés que a finales de los ochenta contaba también con la presencia de los ganaderos nestosanos.
A veces a las ferias se asiste personalmente y otras se vende el ganado o los terneros en casa a un tratante que luego lo revende en la feria. En Ribera Alta (A) antaño eran los tratantes quienes compraban novillos y potros. Hoy día uno de ellos viene a la localidad los jueves a comprar los terneros jóvenes para llevarlos a la feria de los lunes de Torrelavega y de aquí son transportados a Cataluña para su engorde y posterior sacrificio. También en Lanestosa (B) y Getaria (G) se ha registrado que se acudía a la feria de esta localidad cántabra. En Beasain (G) se ha constatado que al menos desde la década de los cuarenta los tratantes acuden a comprar ganado a la importante feria de Torrelavega; en una corta temporada también se han desplazado a las ferias de Orejo y Solares (Cantabria). Algunas reses se han traído incluso de la feria de León. De Valderejo (A) se iba a la feria de Quincoces (Burgos) el día de la Candelaria, 2 de febrero.