Ritos y bendiciones en su festividad

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Sara (L) el día de San Blas era fiesta de los animales; antaño se decía que en ese día no debían ser obligados a trabajar. En esta localidad era el dueño de la casa, nausia, el que dirigía y efectuaba todas las operaciones de carácter religioso concernientes a los ganados, operaciones que tenían por objeto proteger los animales domésticos contra enfermedades y accidentes desgraciados[1].

Los vecinos de Donoztiri (BN) el día de San Blas, Senbladi, acuden a la romería de Iholdi, Iholdiko beila, que se celebra en la ermita del santo en Iholdi. Algunos hacían decir misas en la ermita a fin de impetrar buena suerte para su ganado. Para este mismo fin el vecindario de Donoztiri mandaba celebrar una misa en su iglesia en ese día[2].

En Biriatu (L) el día de San Blas, Sanbladi, bendecían cirios con cuya llama quemaban pelos de las orejas de las vacas para protegerlas[3]. Esto recuerda la tradición del hospital de San Blas en Zuberoa donde con motivo de esta festividad, delante de la iglesia, se hacía un gran fuego alimentado con crines y pelos del ganado; todavía hoy en día, en algunas casas, los dueños cortan algunos pelos a las vacas y los queman el día de San Blas.

En Torralba del Río-Sierra de Codés (N) el día de San Blas era más importante que el de San Antón; ese día se bendecían los animales que desfilaban de la mano de los pastores delante de una fuente del pueblo. En Urzainki (Valle de Roncal-N) el día de San Blas, en la puerta del pórtico de la iglesia el párroco bendecía todos los animales que le llevaban. En Isaba (N) bendecían ese día los corrales. También en Cripán (A) se bendecía los animales y se les daba de comer pan bendecido[4]. En San Martín de Améscoa (N) se cuidaban ese día de juñir los bueyes, todos debían guardar fiesta. En San Martín de Unx (N) el día de San Blas llevaban el ganado a bendecir a la puerta de la iglesia.

Ese día se ha practicado la bendición de alimentos para el ganado en las ermitas de San Sebastián de Orozko, San Pedro de Zeberio, Jesús Crucificado de Murélaga (B) y en la parroquia de San Torcuato de Abadiano (B), localidad donde tiene lugar una renombrada feria de ganado el día de San Blas. En Fruiz y en Abadiano este día se ofrecen misas por su salud.

En Astigarraga (G) en la festividad de San Blas se bendicen en la parroquia granos de maíz, pan y otros alimentos que después se dan de comer a los animales de casa.

En Hondarribia (G), aún hoy día, se bendicen mazorcas de maíz y otros alimentos que luego se dan de comer a todos los de la casa, personas y animales.

En Amézaga de Zuya (A) se bendicen pan y agua, borona para los cerdos, trigo para los bueyes y las vacas; avena, cebada y centeno para las yeguas y las ovejas. En Urkabustaiz (A) a las yeguas y las vacas se les da de comer la sal bendecida en esta festividad, al cerdo maíz, a las gallinas trigo y al perro un pedazo de pan también bendecido. En Tierra de Ayala (A) se bendecía pan para los perros, espigas de trigo para las vacas y granos de maíz para las gallinas.

En Valderejo (A) daban grano bendecido especialmente a los animales de trabajo: bueyes, yeguas y caballos. En Apellániz (A) hasta tiempos recientes se ha bendecido el grano del que se echaba todos los días un puñado al alimento que se daba al ganado el día del santo. Esta misma costumbre se ha mantenido en Alaiza, Amurrio y Okariz (A)[5].

En Cripán y Viñaspre (A) el día de San Blas se bendecían en la misa cebada y avena que eran portadas en bolsos y capacillas y que después se echaban a puñados en los pesebres; revueltas con otros granos todo quedaba bendecido. La costumbre de bendecir grano para los animales el día de San Blas se ha constatado también en Moreda, Barriobusto, Bernedo, Ribera Alta, Okariz y Urkabustaiz (A).

En Ezkurra (N) en los años treinta se llevaban a la iglesia el día de San Blas mazorcas de maíz para que el cura las bendijera. Después les daban de comer a los animales domésticos, vacas, caballos y puercos, sus granos.

En Urraúl Alto (N), en la década de los años sesenta era costumbre bendecir el día de San Blas grano para el ganado. En Ezcániz (N) en esa misma época llevaban a la iglesia un zacutico, saquito de avena, que luego repartían a los animales.

Los pastores de Otsagabia (Valle de Salazar-N) en los años cincuenta guardaban la vieja costumbre de hacer bendecir el día de San Blas los pasturajes y hacer comer a las reses los alimentos bendecidos. Cada familia solía llevar a la iglesia a bendecir sal y otros alimentos: esta sal se conservaba hasta que el ganado subiera de la Ribera y entonces se la daban. También en la localidad salacenca de Izal (N) se bendecía la sal ese día.

En el Valle de Roncal (N) se bendecía pan y sal que luego se les daba a todos los animales de la casa.

En Améscoa (N) el día de San Blas daban a todos los animales algo de lo bendecido: maíz, cebada, sal, etc.

En Ayanz (N) recuerdan los informantes que fue costumbre llevar a bendecir, junto al alimento de la familia, un poco de pienso para cada tipo de animal que se criaba en casa: ave na o garba (avena sin trillar), trigo y otros cereal es, hierbas (alfalfa, alholva, etc.). Estos alimentos se proporcionaban a los animales para prevenir los males de garganta y estómago.

En San Martín de Unx (N) se llevaba a la iglesia el día de San Blas a bendecir garba (avena seca en rama) para los bueyes, cebada para las caballerías, y agua que se hacía beber a los animales cuando estaban en peligro de ahogarse.

En Sangüesa (N) antaño el día de San Blas llevaban a bendecir a la iglesia una botella de agua, cebada, maíz y trigo que luego echaban a los animales.

En Viana (N) siguiendo una costumbre antigua, bendicen en la misa de San Blas alimentos: roscos, pastas y dulces; pero también ha sido habitual el llevar cebada o trigo para, una vez benditos, echárselos a los animales. Los informantes señalan que, o bien los cereales se daban directamente a los animales, o bien se echaban al montón en el granero, y así «quedaba todo el pienso bendecido»[6].

En algunas localidades colocan al cuello del ganado el cordón de San Blas que normalmente está destinado a las personas. En Valderejo (A) se recuerda la costumbre de colocar a los bueyes el hilo que era bendecido ese día y quemado el Miércoles de Ceniza. También en las Encartaciones (Gallarta-B) protegen a los animales domésticos colocándoles alrededor del cuello el cordón de San Blas. En Bernagoitia y Garai (B) se colocaba asimismo el cordón de San Blas, San Blas arie, a las ovejas más hermosas para protegerlas del mal de ojo, begizkoa.

San Adrián. También San Adrián es tenido como protector del ganado, aunque en menor medida que los santos antes mencionados.

En Apellániz (A) este santo era invocado principalmente en las enfermedades del ganado de cerda. En otros tiempos durante las epidemias que atacaban a los cochos, mandaban celebrar misas y bendiciones[7].

Los pastores del Gorbea-Zeanuri (B) solían hacer una ofrenda de aceite para la lámpara de la ermita de San Adrián en el barrio de Beobide si conseguían sacar vivo a un ganado que hubiera caído en alguna sima.

San Adrián se veneraba en una ermita de su nombre cercana al pueblo de Virgala Menor (A); es el patrón de Maestu (A). Este santo era tenido en esta comarca como poderoso abogado en las enfermedades de toda clase de animales. Para conseguir crías de caballos, aseguraban que dando las yeguas tres vueltas alrededor de esta ermita quedaban preñadas. Este rito desapareció junto con la ermita en la década de los años cincuenta[8].


 
  1. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de José Miguel de BARANDIARAN. «Bosquejo etnográfico de Sara (II)» in AEF, XVIII (1961) pp. 143-144 y «Bosquejo etnográfico de Sara (VIII) in OO. CC. Tomo VI. Bilbao, 1974, p. 18.
  2. Los datos referentes a esta población han sido tomados de José Miguel de BARANDIARAN. «Rasgos de la vida popular de Dohozti» in El mundo en la mente popular vasca. Tomo IV. San Sebastián, 1966, pp. 77-78.
  3. Thierry TRUFFAUT, «Biriatou au fil des jours» in Biriatou. LAMANT-DUHART, H. (Dir.). Bayonne, 1989, p. 119.
  4. Nazario MEDRANO. «Contribución al estudio etnográfico de Cripán» in AEF, XVIII (1961) p. 63.
  5. Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. «Tradiciones populares. Vírgenes y Santos Abogados en algunas aldeas alavesas» in Munibe, XXIII (1971) p. 570.
  6. Juan Cruz LABEAGA. «Estudio etnográfico de Viana» in Contribución al Atlas Etnográfico de Vasconia. Investigaciones en Álava y Navarra. San Sebastián, 1990, p. 714.
  7. Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. «Apellániz. Pasado y presente de un pueblo alavés» in Ohitura, 0 (1981) p. 244.
  8. Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. «Tradiciones populares. Vírgenes y Santos Abogados en algunas aldeas alavesas» in Munibe, XXIII (1971) p. 568.