El tiempo de la esquila, ardi-mozteko sasoia

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En la mayoría de las localidades encuestadas se ha constatado que el esquileo se realizaba hacia finales del mes de junio.

En Aramaio[1], Sierra de Badaia, Valderejo, Treviño (A); Legazpi y Sierra de Aizkorri (G) se menciona concretamente la festividad de San Juan, que se celebra el 24 de ese mes, como fecha más idónea para la esquila.

En las localidades que bordean el macizo de Oiz (B) (Ajuria, Maguna-Muxika, Zenarruza-Markina, Berriz, Garai), el esquileo se realizaba en la época en que el sol ya calentaba, en torno a la festividad de San Juan. Como señala un informante de Zenarruza la fecha coincide con la del santo patrono del rebaño, San Juan bueltan, euren eguna be orduan da eta. También en Nabarniz (B) se realizaba por San Juan, ardiak moztu San Juanetan.

En Ezkio (G) el corte de la lana tenía lugar entre el final de la primavera y el comienzo del verano, generalmente en torno al día de San Juan. Igual costumbre se ha registrado en el Aralar guipuzcoano donde la época más propicia ha sido siempre la fase lunar menguante más cercana a San Juan y la operación se ha efectuado desde tiempo inmemorial en la majada.

En Ernio (G) antaño siempre esquilaban, en vísperas de la festividad de San Juan, para lo cual los pastores reunían sus rebaños en el monte. Según los informantes hay que hacerlo en luna menguante, ilbera, porque de esta forma si les producen heridas mientras les cortan la lana mana menos sangre y cicatriza antes; además el nuevo pelo crece más vigoroso. La alimentación que recibe el animal y el momento del parto influyen también en la cantidad de pelo. Así las que han parido más tarde han aprovechado menos el alimento para sí y no tienen tanta lana como las que han parido tempranamente.

En Arluzea-Markinez (A) esta labor se efectuaba en junio para que las ovejas se sintieran frescas y a gusto y se aprovechaba la luna menguante evitando así que la heridas se infectaran tan fácilmente. En Pipaón y Ribera Alta (A) solía hacerse hacia los días de San Juan y San Pedro, 24 y 29 de junio respectivamente, al igual que en Urkabustaiz (A) donde precisan que coincidía con la llegada de los primeros calores. También en Bernedo (A) se esquilaba en junio, en época de calor.

En Sollube (Arrieta y Mañu-Bermeo-B) el esquileo, lanea moztu edo triskillau, se realiza en junio; según un informante del barrio de Mañu, entre las festividades de San Antonio y San Juan, mientras que otro de Arrieta retrasa algo la fecha, situándola entre San Juan y San Pedro. También en Brinkola y Telleriarte (G) tenía lugar entre el 13 y el 24 de junio, alguna vez, un poco más tarde. En Abaltzisketa (G) antiguamente se acostumbraba esquilar el rebaño entre San Antonio y San Juan y que para San Pedro estuvieran todas las ovejas peladas[2].

En Lezaun (N) el esquileo de las ovejas y borros se realizaba en el núcleo, en el mes de junio. A tal fin desde el paraje de Zaborrate donde estaban las bordas, se les marcaba un camino denominado «la hierba del esquilo» que discurría por encima de la fuente Oliturri, por El Raso, hasta llegar al pueblo. Finalizada la operación, se les volvía a subir de nuevo. Ese día se hacía fiesta en cada casa.

En Améscoa e Izurdiaga (N) la tarea se llevaba a cabo también en junio, a la vuelta de la fiesta de San Juan, y en Eugi y en Mezkiriz (N) algo más tarde, hacia San Fermín, 7 de julio.

Esquilando ovejas. Ataun (G), 1985. Fuente: José Zufiaurre, Grupos Etniker Euskalerria.

En el Valle de Carranza (B), según los informantes de más edad, la esquila se ha realizado en el periodo comprendido entre las fiestas de San Juan y San Pedro y a ser posible en luna menguante. En los años ochenta algunos pastores, debido a las condiciones climatológicas, venían retrasando la operación a las últimas semanas de julio. No obstante más recientemente, como los rebaños no suben a los pastos de altura, es frecuente ver ovejas esquiladas en la primera quincena de junio.

En los montes de Triano (B) se realiza a partir de la festividad de San Bernabé, 11 de junio, pudiendo retrasarse según las condiciones climáticas y llegar hasta la Magdalena, 22 de julio. Las fechas más apropiadas según los informantes son en torno a San Pedro y San Pablo, 29 y 30 de junio respectivamente. Quienes tienen los animales sólo para leche y carne esquilan las ovejas cuando ya se les han secado las ubres. Aunque manta es la denominación usual de la lana procedente del esquileo en la zona de Triano, se le conoce también como vellón.

En Lanestosa (B), Izarraitz (G) y Berriz (B) tenía lugar hacia San Pedro, habiéndose adelantado en esta última localidad durante los años noventa al mes de mayo. En el Valle de Orozko (B) las ovejas se esquilaban entre la segunda quincena de junio y la primera de julio. Los pastores de Zaloa hacían coincidir esta labor con la víspera o el día siguiente de San Pedro, fiesta del barrio, para que ellos pudieran también disfrutar así del festejo en casa. En Gerena (Mallabia-B) la fecha elegida era entre las festividades de San Antonio (13 de junio) y San Cristóbal (10 de julio).

En algunas localidades alargan algo más el periodo, así en Agurain, Apellániz[3], Berganzo (A); Sierra de Zaraia[4] y Urbia-Oltza[5] (G) el esquileo se efectuaba entre San Juan y San Fermín, es decir entre finales de junio y primeros de julio, y en la Tierra de Ayala (A) comenzaban por San Juan y finalizaban como muy tarde por Santa Marina, 18 de julio. Los pastores de Urbia aprovechaban para la operación un día despejado y seco pues la lana mojada se pagaba menos. Creían también que convenía esquilar en luna menguante porque de hacerlo así, la lana se limpiaba más fácilmente y la de la temporada siguiente sería de mejor calidad.

En Zeanuri (B) los rebaños que permanecían en el valle sin que los hubieran subido al Gorbea, se esquilaban entre San Juan y San Pedro. Los que estaban en el monte lo hacían más tarde, hacia Santa Marina, Santa Maiñetan.

En Bernagoitia (B) se esquilaba entre las festividades de San Pedro y Santa Marina. Los caseríos que se encontraban situados a gran altitud, incluso más tarde, hacia San Ignacio, 31 de julio. Subrayan la importancia de esquilar en luna menguante, ilberan, porque esto hace que el pelo de la oveja tenga otra apariencia. De esta forma la lana conserva su apresto, bere izerdia gordeten dau laneak, y le crece nuevamente con viveza.

En Anboto-Olaeta (A) a las ovejas se les corta la lana por San Juan y la labor de todos los rebaños queda ultimada entre junio y julio. En Anboto-Urkiola (Atxondo, Abadiano-B) normalmente se esquilaban y se esquilan en julio, si bien actualmente se observa una tendencia a adelantar algo las fechas: de Santiago, 25 de julio, se ha pasado a San Cristóbal, 10 de julio.

Los pastores de Gamiz (B) esquilaban entre Santiago y San Ignacio. Hasta esa época se quedaban dos personas cuidando el rebaño pero una vez trasquilado y como ya no se fabricaba queso fresco, sólo permanecía una que era relevada cada quince días.

En algunas localidades como Moreda y Valdegovía (A) se ha constatado el fenómeno inverso de que antaño adelantaban la fecha de esquileo a los meses de abril y mayo.

También en otros lugares había costumbre de esquilar antes del verano aunque advierten los informantes que debía hacer calor. En Belatxikieta (Amorebieta-B) algunos comenzaban a cortar la lana a las ovejas a partir de primeros de mayo pero finalizaban por San Juan, a finales de junio, y si hacía mal tiempo aún se retrasaban más. Otro tanto ocurría en las Encartaciones (Abanto, Zierbena, Galdames y Muskiz-B) donde el esquileo se realizaba en primavera con la llegada de los primeros calores.

En muchas localidades navarras se ha constatado un pequeño adelanto en las fechas de corte de lana respecto a la más común de los demás territorios que es junio, sin que este mes o primeros de julio queden excluidos de su calendario de esquileo ovino.

En las Bardenas (N) lo habitual era que la tarea se realizara poco antes del regreso de los ganados a la Montaña, es decir, por marzo y abril. Las grandes ganaderías esquilaban una parte de sus reses en las Bardenas y el resto en la Montaña. Una vez concluida la labor las mismas cuadrillas se trasladaban a la Montaña para seguir pelando ovejas.

En el Valle de Salazar (Otsagabia-N) normalmente se esquilaban antes de mediados de abril. En la década de los cincuenta en esta localidad se recogió el dato de que esta labor se efectuaba siempre en la Ribera entre el 15 de mayo y el 15 de junio[6]. También en Larraun (N) se ha constatado que las ovejas se esquilaban por primavera preparándolas así para pasar el verano.

En la Ribera (N) lo hacían a primeros de mayo pues hacia el día veinte de ese mes los rebaños debían subir a la Montaña y convenía que tuvieran algo de pelo para esa fecha.

En Allo (N) la operación solía hacerse en la segunda mitad de mayo cuando la lana «empezaba a mover», o sea que su crecimiento por efecto del calor era más visible a juicio del pastor. También en San Martín de Unx (N) se realizaba a últimos de mayo «cuando venía el calor» y la labor se desarrollaba en la cuadra o en un cubierto grande del pueblo, ensacándose la lana.

En Ultzama (N) se esquilaban las ovejas en mayo antes de que se llevara el rebaño al monte, a los pastos de altura. En el Valle de Salazar, Aoiz, Izal, Lodosa y Mélida (N) se realizaba normalmente entre San Isidro, 15 de mayo, y primeros de junio; en Arraioz y Sangüesa (N) el mejor mes era mayo aunque también tenía lugar en junio y en la Sierra de Codés (N), en la parte de Torralba y Azuelo, a principios de junio.

En Vasconia continental la esquila se realizaba en fecha algo más tardía que en el territorio peninsular. Así en Uharte-Garazi, Ezterentzubi (BN); Etxebarre, Pagola y Zunharreta (Z) a los rebaños les cortaban la lana hacia mediados de julio, al concluir la época del ordeño. También en Donaixti-Ibarre (BN) y en Sara (L), según recogió Barandiaran en los años cuarenta, se esquilaba, moxtu, en el mes de julio. En Liginaga (Z) cortaban la lana a las ovejas, ardien bixkarratzea, por Maidalena, el 22 de julio[7]. En Zuberoa esta labor denominada bizkarratzea se realizaba durante dos o tres jornadas entre semana, finalizando el 25 de julio, salvo que este día cayera en domingo, y a la primera lana que crece a la oveja tras el corte, la denominan brixtua[8].

En Soum de Lèche, que se encuentra en el extremo oriental del Pirineo vasconavarro, en los años cincuenta, el esquileo se realizaba aún más tarde, en el mes de septiembre, al regreso de los pastos de altura[9].


 
  1. Felipe de TOLOSA. «Notas sobre la vida pastoril en Aramayona» in AEF, XV (1955) pp. 183-184.
  2. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de Víctor MUJIKA; Jon BALERDI. «Abaltzisketako artzantza» in AEF, XV (1955) p. 63.
  3. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. «Apellániz. Pasado y presente de un pueblo alavés» in Ohitura, 0 (1981) pp. 106, 124.
  4. Juan SAN MARTÍN. «La vida pastoril en Zaraya» in AEF, XVI (1956) p. 29.
  5. Andoni AIZPURU. «Urbia-Oltzeko Artzantza» in I. «Gerriko» Idazlan-Sariketa. Gasteiz, 1991, p. 131. En los años cincuenta el esquileo tenía lugar un poco antes, de San Juan a San Pedro. Vide Alejandro EZCURDIA; José Ignacio LASA. «El pastoreo en la zona de Urbía-Oltze» in AEF, XV (1955) p. 165.
  6. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de Secundino ARTOLETA; Fidencio BERRABE. «El pastoreo en Ochagavía (Salazar)» in AEF, XV (1955) p. 24.
  7. José Miguel de BARANDIARAN. «Materiales para un estudio del pueblo vasco: En Liginaga (Laguinge)» in Ikuska. Nº 8-9 (1948) p. 23.
  8. Jean PEILLEN. «Lehenagoko artzaiñen jakitatia: arresen altxatzia, minak, eritarzünak» in Bulletin du Musée Basque. Nº 38 (1967) p. 171.
  9. Pedro RODRÍGUEZ DE ONDARRA. «Establecimientos pastoriles en el Soum de Lèche» in AEF, XV (1955) p. 37.