Día festivo para los animales
El hecho más relevante del día de San Antón es que los animales domésticos ese día guardaban fiesta; ninguna clase de ganado es sometido a trabajos; estaba prohibido uncir bueyes u otros animales de tiro pues habían de guardar fiesta. En el Valle de Urraúl Alto (N) ni siquiera se ponía a las caballerías el albardán (la salma) y en otras zonas se dejaba suelto el ganado para que pastara libremente durante todo el día de su santo patrón. En consecuencia tampoco trabajaban ese día los molineros ya que los asnos no podían acarrear los sacos de grano al molino. En Lanzasagudas-Carranza (B) se consigna además que ese día los animales recibían una ración mayor de comida. La costumbre de no someter al ganado a trabajo el día de San Antón, o en el de San Blas, se ha recogido de modo explícito en los pueblos alaveses de Agurain, Apellániz, Apodaca, Okariz, Onraita, Otazu y Treviño, en los navarros de Arraioz-Baztan, Aristu, San Martín de Améscoa, en el vizcaino de Carranza y en el labortano de Sara.