Cayado, makila
El cayado es un útil imprescindible para el pastor: con él camina, en él se apoya para descansar, con él indica al perro su tarea. En Sangüesa (N) señalan que «un pastor no puede ir sin palo» porque con él desvía las ovejas al lugar deseado, las separa unas de otras, de las cabras, de los corderos; les obliga a entrar en el corral. El palo se usa también para amansar las ovejas y hacerles ver el enfado del pastor (Ayala, Bernedo-A; Mélida, Roncal-N).
Se trata por lo general de una vara recia, lisa y larga que alcanza la estatura de su usuario. Cada pastor se encarga de escoger y cortar la planta de avellano, urretxa, con la que fabricará su cayado. La elección de esta clase de madera tiene sus razones: los pastores de Roncal y Salazar (N) anotan que la vara de avellano es liviana y los de Moreda (A) que esta clase de madera no causa daño al ganado.
De hecho en casi todas las localidades encuestadas se precisa que los cayados o palos de pastor son de avellano (Allo, Aoiz, Arraioz-Baztan, Eugi, Izal, Izurdiaga, Mélida, Larraun, Lezaun, Lodosa, Sangüesa, Sierra de Codés, Valles de Roncal y Salazar, Ultzama-N; Ayala, Bernedo, Pipaón, Sierra de Badaia, Treviño, Valdegovía, Urkabustaiz-A; Valle de Atxondo-Anboto, Belatxikieta, Bernagoitia, Carranza, Gorbea, Nabarniz, Sollube, Macizo de Oiz-B; Ernio-Aralar, Izarraitz-G). Los de Maguna, en el Macizo del Oiz, enfatizan este hecho señalando que no merece la consideración de pastor aquél cuyo cayado no sea de avellano.
Para los pastores de Orozko (B) el cayado ha de ser de madera blanca y palo recto, egur zuria eta palu arteza. Su largura depende de la altura del pastor, ha de rebasarle el pecho: bularrera elduten jako palua, sama-kontragiño.
Según estos informantes el palo ha de tener estas características: «Basoko urretxa izan bear dau, eguzkibegikoa, eta onenak arrak dira, pisu gitxiagokoak eta palu gogorragoak emoten daudielako. Ebagiteko, sasoirik onena da gabonetatik zezeilera, iritargia ilberan dagoenean. Beste denporetan azala jausi egiten jakie paluei eta usteldu egiten dira. Urretxaren arra-paluak eme-paluak baiño estimatuagoak dira, emeak une andiagoa eta zabalagoa daukielako. Arra edo emea dana bakarrik igarten jakie ebagi ezkero, unea ekosi ezkero. Urre txa batek euki leikez arrak eta emeak». Ha de ser de avellano silvestre, que crezca en lugar soleado y sea macho, ya que dan varas de menor peso y más fuertes. Su corte ha de efectuarse en el menguante de los meses de diciembre a febrero; de lo contrario se les cae la corteza y se pudren. Se prefieren los palos-macho sobre los palos-hembra ya que estos últimos tienen la médula más gruesa. Solamente cuando se cortan las varas y se ve su interior se distinguen los palos-macho de los palos-hembra. El mismo avellano puede tener machos y hembras.
En Zunharreta (Z) para fabricar sus cayados, artzaiñ-makhila, los pastores recurrían a un tronco de castaño que tuviera renuevos en la base; de entre ellos se escogía el más derecho. La extremidad adherida al tronco conserva un abultamiento natural que se mantiene; la otra extremidad se talla sin ponerle pomo ni empuñadura. Se metía al horno después de la cocción del pan para que se secara. La parte abultada se denomina makhila-zola o üzküa.
Más raramente se ha recurrido al boj, al olmo, al mimbrero, al acebo o al fresno para fabricar los cayados (Aoiz-N; Berganzo, Moreda-A). En Izal (N) donde la vara de avellano recibe el nombre de betalina se recurre también al fresno y al acebo, kulostia. Los pastores de Nabarniz (B) han utilizado varas de cepa de castaño y los de Arraioz-Baztan (N), de acebo, gorosti, o de manzano silvestre.
Los pastores de Bernagoitia (B) así como los de Gorbea (B) marcaban dos incisiones en forma de cruz en la cara del corte superior de la vara. En Telleriarte (G) se le ponía en el extremo una tira de cuero con el que se pegaba a las ovejas en las patas para que se movieran o avanzaran más deprisa.
En el área vascófona el cayado recibe por lo general el nombre de makila (Arraioz-Baztan, Larraun, Ultzama-N; Ayala-A; Valle de Atxondo-Anboto, Macizo del Oiz-B); en Zunharreta (Z) y Hazparne (L) el de artzaiñ-makhila y en el área del Gorbea (B) palua.
En ocasiones los palos o cayados tienen en el extremo superior un gancho de hierro que sirve para coger por la pata a la oveja que se escapa (Valles de Roncal y Salazar-N).