Cordones para abarcas. Trailak
El calzado tradicional de los pastores estaba compuesto por abarcas de cuero y medias de lana; ambos elementos se complementaban con los cordones que ataban aquéllas y sujetaban a éstas formando un todo recio y flexible a la vez.
En Roncal (N) los mismos pastores trenzaban estos cordones retorciendo hilos de color blanco y negro; luego los guardaban en casa para cuando los necesitaran colgándolos de un clavo. Recibían el nombre de abarqueras y también el de abarkariak según Estornés Lasa[1].
En los aledaños de Oiz (B) se les denomina abarka-sokak (Zenarruza) y abarka-kordelak (Mendata); pero más comúnmente reciben en Bizkaia y Gipuzkoa el nombre de traillak[2] (Gorbea, Anboto, Belatxikieta-Amorebieta-B; Urbia, Ezkio, Ernio-G; Aralar-G y N).
Para su confección los pastores emplean sobre todo lana de oveja negra y preferentemente de cordero joven (Orozko, Garai-B).
Sin quitar previamente a esta lana los nudos y utilizando el huso o torcedora, maratilla, se obtienen hilos que tienen entre 15 y 20 metros de largura. Luego se trenzan entre sí empleando tres o cuatro hilos para que el cordón resultante sea resistente (Anboto). En Orozko los pastores empleaban seis hilos de lana emparejándolos de dos en dos y trenzando luego los tres.
En el Aralar navarro los pastores empleaban crin de cola de ganado caballar para hacer hilos con los que luego trenzaban cordones de abarcas y cuerdas para diversos usos[3].