Pasturajes del monte

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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La bendición de los pasturajes se engloba ritualmente dentro de la bendición de los campos labrados; este tema será desarrollado en el tomo dedicado a la agricultura. Aquí nos ceñimos a la bendición que reciben los pastos y montes donde pace el ganado.

Los pastores de Otsagabia y del Valle de Salazar (N) a mediados de la década de los años cincuenta guardaban la vieja costumbre de hacer bendecir los pasturajes y de dar de comer a las reses alimentos bendecidos. Un determinado día del año subía el párroco a un monte y desde allí bendecía todos los pastos y sembrados.

En Roncal (N) el día de Santa Cruz, 3 de mayo, después de la misa el sacerdote salía al pórtico que se eleva sobre el pueblo y desde allí bendecía los montes.

En Bernedo (A) figura en la documentación histórica una partida de pagos por acudir a Ntra. Sra. de Monlora, en Aragón, para traer agua con que bendecir el monte de Izki. Hoy en día no se practica esta bendición.

En Treviño (A), el sacerdote del pueblo bendecía los pastos y los campos desde el alto de Santa Cruz donde había una gran cruz de madera; lo hacía el día 3 de mayo, festividad de la Invención de la Santa Cruz.

Bendición de campos. Artazcoz (N), 1989. Fuente: Vicente Sarobe, Grupos Etniker Euskalerria.

Desde la cumbre de la sierra de Toloño se efectúa una bendición con agua de San Gregorio de Sorlada, santuario sito en Navarra. La practican los pueblos que suben en rogativa a la ermita de San Tirso. Una rogativa sube por las localidades navarras de Meano y Lapoblación; otra por la alavesa de Bernedo y sus aldeas; una tercera por el pueblo alavés de Villaverde. No ascienden todos juntos; cada rogativa tiene su día pero en todas bendicen las dos vertientes de la sierra prescindiendo de cuál sea la parte que les corresponde.

Los pastores de Uharte-Garazi (BN) señalan que no han conocido personalmente ceremonias de bendición de pasturajes aun cuando han oído hablar de ello; recuerdan que antaño el cura subía para decir una misa a la que acudían los pastores.

En Zerain (G), hasta los años cincuenta, el día de la Cruz de mayo iba el párroco con el monaguillo por todos los caseríos, rezaba delante de las heredades y junto a la casa, bendiciendo los ganados y sembrados.

En Bernagoitia (B) se bendecían los pastos juntamente con los sembrados el día de San Antonio de Padua, 13 de junio.