Presagios de brujas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Valcarlos (N) el gallo es considerado como guardián de la casa que advierte de la presencia de brujas; si cantaba antes de medianoche era señal de que andaban alrededor. Los de la casa se levantaban de la cama y echaban tres granos de sal al fuego antes de que cantara por tercera vez; con eso podían dormir tranquilos. Además de este remedio, también utilizaban a modo de conjuro esta fórmula: «Pues, pues, aparta Satán / berrehun iztapetan!».

En Aezkoa (N) se creía que si el gallo cantaba poco antes de media noche, las brujas andaban cerca. Si se tenía una vela bendita había que encenderla y se echaba sal al fuego[1].

En Bera (N) para preservar al ganado de los maleficios se solía colgar una herradura sobre el pesebre, beiako aska.


 
  1. Resurrección M.ª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 108.