Cabras

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Según se recoge en Carranza (B) las cabras alcanzan la madurez sexual a los seis o siete meses. Teniendo en cuenta que la gestación dura otros cinco, algunos de estos animales llegan a parir antes de cumplir su primer año de vida.

Al igual que las ovejas, muestran una reproducción estacional. Manifiestan el celo, o como se dice andan al castrón, en la segunda mitad del año, con un máximo a últimos de julio y durante todo el mes de agosto. Las que salen de septiembre a diciembre son las menos. Por lo tanto la mayor proporción de partos ocurre en el mes de enero continuando la paridera en los meses siguientes.

Choto cubriendo una cabra. Moreda (A). Fuente: José Ángel Chasco, Grupos Etniker Euskalerria.

En Orozko (B) el celo de las cabras se llama aunzkera, en Anboto (B) arkara y en Beasain (G), arkeraldia.

En Roncal (N) se cubren hacia mayo para que a finales de octubre o principios de noviembre se produzcan los partos y así poder vender los cabritos para Navidad.

Tienen una o dos crías, siendo raros los partos triples. Se asegura que las nacidas de un parto de mellizas paren a su vez dos crías, por lo que se seleccionan como madres.

El control sobre la reproducción de esta especie no es estricto, sobremanera en aquellas cabras que viven en el monte en estado de libertad ya que, al tener un castrón o semental entre ellas, son fecundadas en cuanto entran en celo. Si el animal es de los que pasa algunos periodos estabulado, se demora la primera cubrición para que pueda completar correctamente su desarrollo corporal.

En Agurain (A) para evitar que el macho semental copule con las hembras del rebaño, le atan al cuerpo con una cuerda un cuero o similar.