Recipientes de madera
Ha llamado la atención de los estudiosos la larga pervivencia en el medio pastoril de recipientes para leche y otros utensilios fabricados todos ellos en madera.
La ausencia de recipientes de cerámica se ha explicado porque, debido a su fragilidad, no resisten los continuos desplazamientos que caracterizan el modo de vida pastoril. Por razón de su liviandad los recipientes de madera han podido prevalecer sobre los de cobre, latón o hierro, mucho más pesados. Los fabricados con metales más ligeros, como la chapa galvanizada o el aluminio, no se generalizaron hasta entrado el siglo XX.
Todavía a principios de ese siglo, los útiles de menaje y los empleados para la elaboración del queso eran de madera; en unos casos estaban fabricados por los mismos pastores y en otros por artesanos locales[1].
- ↑ Augusto PANYELLA anota que, aunque el hecho de usar recipientes de madera no sea exclusivamente vasco, «hemos de inclinarnos a creer que se trata de un elemento de pervivencia de larga vida, de varios milenios...». Vide «Los kaikuak (kaiku) del Museo Etnológico de Barcelona» in Munibe, XIV (1962) p. 259. A este respecto se suele aducir el texto de Estrabón (siglo I a. de C.): Los habitantes de las montañas «utilizan vasos labrados de madera, como los celtas». Geograf. III, 3, 7.