Kapusaia. Txartesa. Hongarina

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar

El kapusai fue hasta primeros del siglo XX una pieza de la indumentaria de los pastores de la zona húmeda de Vasconia. Hoy en día esta prenda está en desuso si bien su recuerdo, al igual que el de la txartesa y la hongarina, se guarda entre los viejos pastores.

En Izurdiaga (N) nuestros informantes lo describen en estos términos: «para protegerse de las inclemencias del tiempo (los pastores) se ponían un kapusai que era una especie de saco con capucha».

Los pastores de Zeanuri (B) solían llevar en invierno un capote de color marrón sin mangas que recibía el nombre de txartesa. Los informantes recuerdan que estaba confeccionado con lana y que su paño era del estilo de las mantas, mantakiak zirean; llevaba adherida la capucha, txotoa.

Arin Dorronsoro inventarió kapusaia y txartesa como prendas de lana que se elaboraban en las casas de Ataun (G) a finales del siglo XIX[1].

Según el mismo autor, kapusaia, capisayo, era un vestido que cubría la delantera y la parte posterior del cuerpo dejando libres los costados. Estaba provisto de mangas anchas y capucha, buru-zorroa. Era tejido de punto y estaba elaborado con lana negra: artilla belza ta galzetan ioa, según le expresó su comunicante. Txartesa era un vestido más corto que kapusaia, llegaba hasta algo más abajo de la cintura y tenía mangas al estilo de las chaquetas; solía ser de color blanco[2].

Vestimenta tradicional del pastor según J. de Aguirre. Fuente: Revista Internacional de los Estudios Vascos. París-San Sebastián, 1927: Dibujos de José Aguirre.

En Ataun los pastores vestían pantalones de lienzo cortos hasta las rodillas y elástico de lana encima con capisayo que les cubría por delante y por detrás, dejando libres los costados. A partir de los años cincuenta esta vestimenta se fue modificando.

El antiguo vestido de los pastores del valle de Baretous (Béarn) que tenían sus majadas en las laderas de Soum de Lèche, próximos a Zuberoa y Roncal (N), consistía en una capa tejida con lana de oveja[3].

En los años veinte el director del Museo San Telmo de San Sebastián describía como sigue la pieza que recibía el nombre de kapusai:

«Zamarra de pastor. Capote o zamarra de color pardo, tejido de pelo de cabra. Se compone de dos partes mayores, anterior y posterior, que cubren y caen por el pecho y espalda y de otras dos partes menores que por los hombros caen sobre las mangas al estilo de las dalmáticas, llevando una capucha cosida en la abertura por donde se introduce la cabeza. Las dos partes, anterior y posterior, se pueden atar por los costados con unas cuerdecitas y el conjunto está formado por ocho piezas cosidas entre sí»[4].

El etnógrafo catalán Violant i Simorra consignaba en 1943 que los pastores baztaneses usaban como prenda de abrigo un capote en forma de casulla, abrochado por los lados con cordones, provisto de un agujero en medio, por donde metían la cabeza, con una capucha para cubrírsela cuando llovía. Dicho capote, confeccionado con paño burdo color marrón oscuro, se llamaba kapusai en Elizondo; lo usaban también los pastores de la sierra de Aralar y del valle de Aezkoa (N)[5].

Los pastores de Arrarats y del Valle de Basaburua Mayor (N) a principios de los años veinte usaban kapusaiak de color pardo para acudir a actos y ceremonias de funeral[6].

Pastor con kapusai. Eriete (N), 1959. Fuente: Archivo Museo de Navarra: Fondo Nicolás Ardanaz.

Una prenda con funciones similares a las anteriores era la hongarina que en Lezaun (N) describen como «un abrigo de paño burdo con capucha y que servía a los pastores para guarecerse de la lluvia y el frío». En el Romanzado y en Urraúl Alto (N) le llamaban anguarina y era de uso entre los pastores y los hombres del campo[7].

Violant i Simorra la describe en estos términos: «Como prenda de abrigo y ceremonia, los ansotanos y chesos llevaban una suerte de gabán muy holgado, llamado anguarina[8]. Lo utilizaban para ir al campo y para ceremonias religiosas. Una anguarina o capote parecido llevaban para abrigo en el valle del Baztan (Elizondo), y no debía diferir mucho de la que llevan aún los alcaldes de la Aezkoa y del Roncal. En esta última localidad también se usó antiguamente una prenda semejante, especie de anguarina muy airosa, de mucho vuelo y no muy larga, negra, a la que se agregaba una valona de lino blanco, de amplias proporciones. Convertida, como decimos, en prenda ceremoniosa, aún la usan los alcaldes de ese valle en las fiestas rituales: por ejemplo, en la conmemoración del Pacto de las tres vacas»[9].

Jimeno Jurío señala que en Artajona (N) «el empleo de las hongarinas debió ser muy general por la segunda mitad del siglo pasado, a juzgar por las menciones que de esta prenda se hacen en las cuartetas y quintillas de esa época. Era una especie de abrigo o manto de paño, con una manga cerrada por el extremo inferior. En esta manga se llevaba habitualmente un cascajo para peso. La manga se echaba a la espalda para sujeción de la hongarina. Es muy común la noticia de que algunos hombres, al salir de la iglesia, se echaban la manga a la espalda, golpeando más o menos intencionadamente al que salía detrás. La manga de la hongarina se empleaba también para llevar dinero y otras cosas»[10].

Los pastores de Aoiz (N) recuerdan el uso de la chaqueta de pastor. Era de lana muy gruesa, de cuello redondo que se ataba con borlas que caían de los delanteros. Se asemejaban a las «chaquetas de pastor o chaquetas vascas» que se popularizaron posteriormente como prendas típicas. Los de Zerain (G) antaño vestían chaquetas azules, llamadas kaiku, tejidas con lana y adornadas con dibujos rojos.

De la vestimenta del pastor de la Ribera de Navarra a finales del siglo XIX nos ha quedado esta florida descripción de Mañé y Flaquer: «El pastor viste camisa de cáñamo grueso, chaleco de pana negra que aún llaman justillo, faja ancha de lana morada, calzón de piel de cabra, que ellos llaman de cabruna, de color de ante achocolatado con refuerzos pespunt ea dos de la misma piel en la entrepierna (...) medias de lana negra, cubriendo el pié y hasta la mitad de la pierna con un calcetín de bayeta blanquecina que llaman peal, y alpargata abierta de cáñamo, sujeta o atada con cintas de algodón negro a la aragonesa. Al hombro lleva una élastica, que ellos llaman elástico, de lana azul turquí ribeteada de encarnado, pero en invierno usan zamarra[11]. En la cabeza ostenta airosamente un pañuelo de seda de cuadros de diversos colores muy vivos, preponderando el rojo. Este pañuelo doblado de tres dedos de ancho, le ciñe las sienes y cae ladeado dejando descubierta la coronilla, como si fuera la reducción de un turbante (...). A esta prenda los que la usan le dan el nombre de zorongo. Los ancianos de la misma tierra y profesión gastan aún sombrero. Nuestro pastor lleva en la mano un palo largo hasta la altura de la barba, que le sirve para guiar el ganado y a la vez para apoyarse en los momentos de descanso»[12].


 
  1. Las casas que se dedicaban a la industria de la lana de oveja se llamaban kapaindegi, kapaiñenea (de kapagin) y aún conservan sus nombres. Vide Juan de ARIN DORRONSORO. «Los establecimientos humanos y las condiciones naturales. Pueblo de Ataun» in AEF, VI (1926) p. 44.
  2. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de Juan de ARIN DORRONSORO. «Industrias rurales en Ataun; la del lino y la del carbón» in AEF, XVIII (1961) pp. 90-91. Idem, «Notas acerca del pastoreo tradicional en Ataun. II parte» in AEF, XVI (1956) p. 79.
  3. Los datos referentes a esta majada han sido tomados de Pedro RODRÍGUEZ DE ONDARRA. «Establecimientos pastoriles en el Soum de Lèche» in AEF, XV (1955) p. 36.
  4. José de AGUIRRE. «Catálogo de Etnografía» in RIEV, XVIII (1927) p. 334.
  5. Ramón VIOLANT I SIMORRA. El Pirineo Español. Barcelona, 1985, p. 392.
  6. AGUIRRE, «Catálogo de Etnografía», cit., p. 334.
  7. José CRUCHAGA Y PURROY. «Un estudio etnográfico de Romanzado y Urraúl Bajo» in CEEN, II (1970) p. 157. José M.ª IRIBARREN la describe como «gabán negro, corto, hasta medio muslo, con mangas perdidas, sin cuello, y con botones en el pecho y sobre la abertura de las mangas». El mismo autor señala que primitivamente se denominó hongarina por ser prenda originaria de Hungría. Vide Vocabulario Navarro. Pamplona, 1984, pp. 50 y 381.
  8. La constatación del uso de la hongarina o longarina como prenda ceremonial en bodas y funerales aparece también en nuestras encuestas. Vide Ritos funerarios en Vasconia. Atlas Etnográfico de Vasconia. Bilbao, 1995, pp. 362-364.
  9. VIOLANT I SIMORRA, El Pirineo Español, op. cit., p. 94.
  10. José M.ª JIMENO JURÍO. “Estudio del grupo doméstico de Artajona” in CEEN, II (1970) pp. 402-403.
  11. Este mismo autor cuando describe la indumentaria del carbonero señala que llevan «una prenda de abrigo, especie de dalmática que ellos llaman capusay y que nosotros podemos llamar capisayo. Esta prenda es de paño tosco, peludo, casi negro, y suele tener una capucha para cubrirse la cabeza cuando llueve. Estos abrigos son fabricados generalmente en la frontera francesa». Vide Juan MAÑÉ Y FLAQUER. El oasis. Viaje al País de los fueros. Tomo I. Barcelona, 1878, p. 27.
  12. Ibidem, p. 24.