Pirineos occidentales
En los valles pirenaico-navarros más occidentales de la cordillera, Aezkoa y Erro, que no son trashumantes a las Bardenas, las fechas de entrada en los pastos veraniegos están rigurosamente marcadas por las respectivas ordenanzas y varían según las características de los pastos y las especies de ganado, pues aquí el vacuno y caballar tienen cierta importancia. A modo de ejemplo indicamos las fechas de Aezkoa-Garazi/Cize: en marzo lo hacen los caballos, poco después las vacas y a principios de mayo las ovejas. La salida depende del clima, siendo el momento más común a mediados del mes de noviembre. Existen también pastos con un régimen especial, como la zona de Sorogain, donde las ordenanzas del valle de Erro señalan una fecha única de ocupación, del 11 de abril al 11 de noviembre.
En la trashumancia pirenaico-atlántica, propia de las sierras del interior de Vasconia y de la zona norpirenaica, la estancia en los pastos de verano es precoz y en general más prolongada que la invernada. La itinerancia invernal tiene carácter tardío. Su fecha de comienzo se va retrasando a medida que nos acercamos al Golfo de Bizkaia hacia occidente.
En la montaña pirenaica de Vasconia continental la trashumancia estival a los pastos de altura se caracteriza como se ha indicado por su precocidad. En Zuberoa y Barétous (Baretetze) la fecha de comienzo es a primeros del mes de mayo. En Banka y Aldude todavía es más adelantada, el 10 de abril. La razón de este temprano movimiento es la influencia atlántica, que dulcifica los rasgos del clima de montaña. Asimismo, es fundamental el ciclo de los cultivos agrícolas, desde el comienzo de la primavera los campos están ya roturados y quedan pocos pastos.
La bajada de los pastos estivales se llevaba a cabo en los meses de septiembre y octubre, pudiendo extenderse o retraerse en función del clima y variar según la altitud de los pastos. Este movimiento es más tardío a medida que se avanza en la cordillera hacia occidente: en Zuberoa el descenso tenía lugar a lo largo de septiembre, mientras que en Garazi/Cize y Baigorri se producía entre finales de septiembre y mediados de octubre.
Tras una permanencia de entre uno y dos meses en los pastos intermedios, la vuelta a la localidad se producía en Garazi y Lapurdi entre mediados de noviembre y mediados de diciembre. Desde aquí partían a la trashumancia invernal, que les ocupaba hasta que, a finales de abril y comienzos de mayo, las nieves desaparecían de los puertos. La razón de esta marcha un tanto tardía hay que situarla, según los informantes, en el cambio climático, que ha moderado el rigor de las estaciones, y en el encarecimiento de los pastos de invierno, por lo que el pastor aprovecha cuanto puede su estancia en la sierra, que le resulta mucho más económica.