Sierra de Izki
En la comarca alavesa de Bernedo (A) los pastores pasaban la noche en el pueblo por lo que no tenían chozas que fueran vivienda en la sierra de Izki.
Las chozas que construían los pastores para refugio eran similares a las de los carboneros. Clavaban en el suelo dos troncos con horquillas en la parte superior para sujetar otro horizontal, gallur, que hacía de caballete. Del gallur bajaban varios troncos más delgados e inclinados hasta el suelo formando la choza a dos aguas. Todo se cerraba con tepes o, más recientemente, con hojalatas. Con el mismo material se tapaba uno de los extremos dejando el otro como entrada. Dentro preparaban un camastro de palos cubierto de brezo, biércol, o helechos sobre el que extendía el pastor su manta y se acostaba.
Tanto en Bernedo como en sus aldeas había una majada en cada una de las dehesas. Estaban rodeadas de pared con árboles dentro y en su rededor; allí se metía al ganado para asestar y para pasar la noche. Eran redondas como una plaza de toros. El que el ganado permaneciera en las majadas evitaba que invadiera las fincas ajenas y produjera daños. Sin embargo en Izki el ganado pastaba suelto por el monte debido a que no había fincas en el entorno cercano.