Bardenas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar

Antes de 1950 no había corrales en las Bardenas. Los pastores se guarecían en cuevas a modo de refugios o abrigos; se trata de pequeñas hondonadas naturales donde afloran losas de arenisca que hacen de cubierta y se cercaban con muretes de piedra. Hay muchas cuevas de éstas en Cubertera, Cantalar, etc.

Abrigo rocoso en las Bardenas (N). Fuente: M.ª Carmen López, Grupos Etniker Euskalerria.

El espacio interno podía estar dividido en dos zonas. Allí se hacía la vida; se guardaban los enseres y se encendía fuego en el hogaril. En ocasiones también dormían en cabañas construidas por agricultores.

Según un pastor informante los corrales se comenzaron a construir en 1950. Los primeros fueron los de Cornialto, Caldero y Salinero; los construyeron albañiles que procedían de pueblos próximos como Carcastillo.

El corral se compone de la cabaña o habitación donde vive el pastor y de las dependencias para el ganado. Las cabañas de los corrales antiguos medían unos 20 ó 30 m2. Tenían un hogaril para hacer fuego y un testajo para poner la cama adecentada con pieles de oveja o un camastro con paja.

Entre los útiles de los pastores de los Valles de Roncal y de Salazar durante su permanencia en las Bardenas destacan el caldero para hacer el «rancho» y un puchero de hierro para cocer las alubias. También utilizaban una servilleta[1] hecha con piel curtida de idasko a la que llamaban zorrón[2]. El zorrón de piel que hemos recogido en nuestras encuestas de Roncal y de Lezaun (N) tiene las mismas funciones que este sopero.

Las paredes se hacían con piedra local, arenisca en el norte y caliza en la zona centro y sur de la Bardena; en forma de sillares o pequeños sillarejos, trabados con barro y en ocasiones con cemento. La cubierta, a dos aguas, se hacía con vigas de madera que se bajaban de la Montaña (Vidángoz) o bien se aprovechaba madera de las Bardenas mismas. Sobre ella se colocaban las tejas.

Barreras. Cuando no había corrales, se guardaban las ovejas en barreras. Era un espacio que se cercaba con muretes de piedra o con vallas de madera. En su construcción se aprovechaban paredes o rocas naturales; en ocasiones se ubicaban en los barrancos.

Cabañas. Hoy en día las cabañas tienen una cocina con armario, frigorífico, mesa, cocinilla y otros utensilios. Dispone también de dos habitaciones para dormir. En la cocina utilizan gas butano. El agua la acarrean de los pueblos y del canal. La puerta de la cabaña puede permanecer cerrada cuando el pastor se lleva el ganado a pastorear, sin embargo la del corral debe quedar abierta.

Interior de una cabaña en las Bardenas (N). Fuente: M.ª Luisa García, Grupos Etniker Euskalerria.

Normalmente los pastores carecían de cerdos en los corrales; en cambio algunos pusieron gallinas para tener huevos frescos. Otro animal frecuente en los corrales era el gato que mataba conejos que luego se comía el pastor.

Corrales modernos. Los corrales modernos son más grandes que los de antes y presentan espacios mejor distribuidos. Estas naves están construidas con ladrillo y bovedilla; el suelo es de tierra. La techumbre se fabrica con vigas de hormigón y placa de aluminio impermeabilizante, todo ello cubierto con planchas de uralita. Las dependencias constan de un almacén para el pienso (del que carecían los corrales viejos) y de un cubierto donde duermen las ovejas. La longitud de estos corrales es de 40 metros los más pequeños y 90 m los más grandes.

Dentro del cubierto están los testajos, atajos o pariciones, hechos de madera y hierro. Son unos departamentos en los que se agrupa el ganado en función de sus necesidades: uno se reserva para las ovejas que van a parir, otro para las que ya han parido y puedan estar de campadera, con los corderos durante dos o tres días, momento en que hay que alimentarlas con abundante agua, pienso y alfalfa. Hay también pariciones para las ovejas que han tenido partos dobles o triples.

Disponen asimismo de una pajera; espacio para dejar la paja, del que tampoco disponían los antiguos corrales, y un serenado, zona vallada al aire libre para guardar el ganado.


 
  1. Esta servilleta la confeccionaban con un gran trozo de cuero rectangular, con sus puntas dobladas hacia el centro de modo que formara una bolsa. Vide José ESTORNÉS LASA, «Artistas anónimos» in RIEV, XXI (1930) pp. 410-412.
  2. Violant i Simorra señalaba que los pastores roncaleses usaban la sopera de piel para recoger las migas cortadas del pan antes de echarlas al caldero. Después de hervidas y batidas con la rasera, se las comían desde el caldero a rancho o en común, cada cual con su cuchara. No lo hacían así los pastores baztaneses; cada uno se cortaba su sopa directamente en su cazuela o plato de madera, donde la escudillaban con agua hirviendo. Vide «Síntesis etnográfica del Pirineo Español y problemas que suscitan sus áreas y elementos culturales» in Actas del Primer Congreso Internacional de Estudios Pirenaicos. Tomo IV. Zaragoza, 1952, p. 25.