Lapurdi

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Sara

En Sara, municipio de Lapurdi, las casas rurales ocupan las zonas bajas de las estribaciones de las montañas o el fondo del valle. Cuando estas casas están dedicadas total o parcialmente al pastoreo, poseen en plena montaña uno o más albergues temporarios donde el familiar encargado del cuidado de las ovejas pasa unos días o una temporada. Tales albergues reciben el nombre de etxola o artzain-etxola y en la localidad próxima de Urruña, más frecuentemente se le llama xola.

Etxola. Cuando este albergue está exento es una construcción de planta cuadrada o rectangular, formada por paredes secas de piedra sin labrar y con un techo a dos vertientes hecho de cabrios que soportan una cubierta, gaina, de losas de pizarra. Debajo del caballete del techo y dando frente al oriente está la fachada principal y en ella la puerta de entrada. A veces las paredes laterales avanzan unos decímetros sobre la fachada, lo mismo que el techo, formando así un abrigo a modo de porche, larioa.

En algunas chozas existía en una de las paredes un hueco abierto en el paramento interior del muro donde se colocaba el cuenco de madera, kaikua, que conservaba la leche después del ordeño.

En la etxola donde el pastor pernoctaba, el lado opuesto a la puerta estaba ocupado por un camastro. Era una tarima de palos dispuestos horizontalmente sobre dos viguetas tendidas en tierra, paralelas y distantes entre sí un metro y medio. Así se mantenía la tarima a 20 cm del suelo. Sobre ella se colocaban ramas y encima una capa de helecho que hacía de jergón. Una manta completaba las piezas del camastro.

En los años cincuenta existían chozas de pastor en Muy, en Altsaan, en Erkaizti, en Fage, en Urkizelai, en los flancos de Ibantelli, en los de Saiberri, en los de Atxuri, etc. Su abandono con todo era progresivo y las chozas, etxolak, se utilizaban para almacenar y guardar las castañas.

La choza del pastor puede encontrarse también adosada a una de las paredes exteriores de una borda situada a media ladera o bien en el interior mismo de la borda en uno de los ángulos cercanos a la puerta de entrada.

Establecimientos pastoriles en Sara (L) a mediados de siglo. Croquis de José Miguel de Barandiaran. Fuente: Anuario de Eusko Folklore, Tomo XX-XXI. San Sebastián, Sociedad de Ciencias Aranzadi, 1963-1966: Dibujo de Don José Miguel de Barandiaran.

Ardiborda. Éste es el nombre del aprisco o establo campestre donde el pastor recoge el ganado cuando éste pace en montes algo alejados del poblado. Es una construcción hecha con paredes de piedra y techo a dos aguas cubierto con teja abarquillada o con losas de pizarra. Algunos de estos apriscos, bordak, tienen un piso superior destinado a almacenar el heno.

Hubo también apriscos bajo roca en sitios donde una peña saliente que avanza en voladizo se prestaba para servir de techo. Tal es el caso de la gruta denominada Olandako arpea situada en la ladera norte de Urkizelai.

Las bordas instaladas en la ladera del monte dependen de la casa que se encuentra en el valle. Por esta razón el nombre con el que se las distingue incluye la denominación de la casa: Aniotzbehereko borda (la borda de la casa Aniotzbehere)[1].

La borda se convirtió con el tiempo en el centro de la actividad pastoril. Las ovejas permanecían en el monte sin bajar al pueblo durante el pasturaje de verano (mayo-noviembre).

Jeizteia. Junto a la choza del pastor o junto a la borda existían frecuentemente uno o dos recintos de planta rectangular cercados por muretes de piedra de un metro de altura o por grandes losas enhiestas, colocadas en fila cerrada: eran ordeñaderos, como indica su nombre jezteia (de jeitzi, ordeñar). Cuando comprendía dos recintos, en uno de ellos se reunían las ovejas que iban a ser ordeñadas y en el otro se efectuaba la operación de ordeño de cada una.

Zerri-etxola. Era el refugio que construía en el monte cada vecino que llevaba allí sus puercos en época de bellotas y castañas. A él se retiraban los animales al anochecer. Era una construcción rústica montada sobre dos postes de madera verticales que terminaban en sendas horquillas. Sobre éstas se tendía una vigueta, bizkarra, que hacía de caballete. A ambos costados de éste se colocaban dos filas de cabrios.

Una capa de helechos se tendía encima y en los lados. Sólo en la delantera tenía un hueco que era la puerta.

Arditeia. En muchas casas existía un cobertizo adosado a uno de los costados del edificio. Consta de tres paredes de piedra y techo de teja, con una puerta que le pone en comunicación con la casa y otra en el exterior por el lado de la fachada principal de aquélla. Es el aprisco o establo donde se refugian las ovejas, sobre todo durante las noches de invierno, cuando el ganado no pace en los montes altos. Su nombre es arditeia.

Harrespila, korralea. Junto a las antiguas chozas de pastor se conservaban en los años cincuenta grandes recintos de planta circular cercados de paredes secas, arresiak, o de losas de piedra verticalmente colocadas en el suelo a modo de crónlech. Eran refugios donde los pastores reunían los rebaños, sobre todo de noche, para protegerlos contra las acometidas de los lobos. Reciben los nombres de espila, arrespila o korralea.

Azkaine

En esta localidad de Lapurdi situada al pie del Larraun (900 m), en lo alto de la montaña se encuentran pequeñas cabañas de piedra con cubierta a dos aguas y provista de un agujero para que escape el humo.

Se las denomina etxola o xola. Junto a ella suele haber un cercado, korralea, para agrupar a las ovejas.

A media altura del monte se sitúa otro tipo de construcción, borda, que está asociada siempre a un prado, pentzea. Junto a la borda suele haber una cabaña, etxola, donde el que cuida el ganado puede comer y dormir. También hay un cercado o korralea. El sistema del bordaldea comprende por tanto tres elementos: la borda donde puede cobijarse el ganado y almacenarse la hierba, el prado, pentzea, y la etxola.

En los alrededores de la borda se plantan fresnos, lizarra, con cuyas hojas se elaboraba una bebida, frênette, que servía para colmar la sed.

Bordaldea. Se sitúa a medio camino entre la casa del valle y cabaña del monte: goineko xolaren eta etxearen artean. Pertenece siempre a una casa con cuyo nombre se le designa.


 
  1. Uno de los barrios del municipio de Sara, recibe el nombre de Bordak; sus casas son antiguas bordas hoy convertidas en explotaciones agrícolas. Es un claro indicio de la progresiva roturación de los terrenos comunales por parte de los segundones de la familia. Vide Idem, «Bosquejo etnográfico de Sara (III)» in AEF, XIX (1962) pp. 112-121.