Modalidades y forma de pago
En Zeanuri (B) se han registrado como más comunes dos modalidades de pago: al contado, eskura, o a plazos, zatika. Esta última variante se utilizaba cuando el comprador era conocido, permitiendo que éste se llevara el animal y que lo pagara pasado un año. En estos casos una fecha muy común para efectuar el pago era el día de Todos los Santos, Domu Santuetan. Otra modalidad podía ser abonar la primera mitad al contado y la segunda por Todos los Santos. Si se fija una fecha diferida para el pago se utiliza la expresión «tregua ipini bear dogu». Antiguamente cuando venían tratantes navarros a la localidad a comprar ovejas, al cerrar el trato, entregaban una cantidad en concepto de fianza, fiantzea. El dinero pendiente de pago lo saldaba el comprador cuando acudía a recoger las ovejas, corriendo el riesgo de perder la fianza si no volvía.
También en Lezaun (N) se ha constatado que al cerrar el trato el comprador deposita una fianza o señal, de manera que si no vuelve a por la mercancía, pierde la cantidad depositada en beneficio del vendedor. La entrega de una cantidad en concepto de señal, en el momento de establecer la transacción, escalonándose los pagos restantes ha sido práctica habitual en muchos lugares (Allo, Ultzama-N).
En Urduliz (B) el pago se difería hasta la siguiente feria o hasta que hubiera transcurrido un mes desde que se hizo el trato. El aldeano solía acudir por tanto a la feria inmediata para hacer efectivo el cobro, en metálico o mediante talón. Esta costumbre de comprar un animal en una feria y pagarlo en la siguiente se ha constatado también en Zeanuri (B).
En Belatxikieta (Amorebieta-B) cuando se compraba un animal en la feria se pagaba la mitad del precio en mano y transcurrido un tiempo el resto. En caso de que se vendiera para carne, en el matadero daban al dueño un billete donde constaba el peso del animal para que con ese justificante el carnicero le pagara sin más. Cuando la carne se vende a grandes almacenes o cooperativas los pagos son aplazados.
En Treviño (A) una vez cerrado el trato, en dicho momento se pagaba al contado y en principio se entregaba también el ganado. En caso de no retirarlo en un corto plazo el comprador perdía la cantidad que había entregado como fianza. Al hacerse efectivo el precio, el tratante marcaba el ganado con una tijera especial. También en Urkabustaiz (A) se ha constatado que el pago se realiza al contado y en Valdegovía (A) tiene lugar un tiempo después del cierre del trato, momento en el cual el comprador recibirá la documentación del animal y el vendedor el dinero.
En Sangüesa (N) a las ovejas seleccionadas en un corral que no se llevaran de inmediato, se les hacía una marca para tenerlas identificadas. Si el comprador no pagaba la totalidad del precio al contado, entregaba al vendedor una fianza. Cuando se adquiría un rebaño entero no se calculaba el precio individualizado de cada oveja, sino que se hacía un promedio, a tanto por cabeza. Alguna persona podía actuar como testigo de la operación. Si la negociación era acerca de animales de labor o vacas, tras el regateo, se llegaba a un acuerdo y se entregaba el dinero convenido en metálico.