Armas de fuego
Varios encuestados señalan que los únicos útiles pastoriles que pueden ser considerados como armas son el cayado y la navaja (Urkabustaiz-A; Izurdiaga, Roncal, San Martín de Unx-N). En Eugi (N) indican que no había armas en su casa de no ser que el pastor fuera también cazador.
En la tradición roncalesa no podía llevar escopeta pues tenía prohibido matar caza; esto no obstaba para que ocasionalmente pudiera matar con un palo un conejo que se acercara de noche a la choza o que cazara alguna liebre a la que seducían con tonadas para luego atraparla con el pie[1].
También los pastores de Urkabustaiz (A) anotan que el pastor nunca llevaba escopeta y que esta arma estaba reservada para las batidas que se organizaban antaño con el fin de matar lobos. Estas batidas tenían lugar a primeros del siglo XX también en la Sierra de Badaia (A) y en Gorbea (B). En esta última sierra tomaban parte simultáneamente gentes de los pueblos vizcainos de Orozko y Zeanuri donde a la batida clamorosa se le denomina eizea.
- ↑ Luis Artuch. Roncal (1904-1999).