Sangüesa

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En esta comarca navarra actualmente no hay chozas de pastores especialmente reservadas para ellos; pueden guarecerse en las chozas construidas por los agricultores en el campo. Son de planta cuadrada o rectangular, con paredes de piedra o adobe, techo de madera y cubierta de tejas o losetas de piedra.

El corral situado en el campo[1] consta de dos partes: el cubierto y la barrera o patio.

El cubierto es de planta rectangular y paredes de aparejo de mampuesto. Las piedras más esmeradas y de mayores dimensiones se reservan para el cabezal o dintel de la puerta de ingreso. Estas piedras fueron reaprovechadas de edificaciones anteriores, ermitas desaparecidas o antiguos despoblados. La techumbre es de troncos de madera que se apoyan en las dos paredes cuando el tejado es a una sola agua o en pilastras interiores si es a dos. La cubierta se recubre con teja curva; antaño con losetas de piedra. En las paredes hay estrechos huecos para luz y ventilación.

Dentro del recinto suele haber distintos compartimentos: el de las ovejas que están criando o la zona de las comederas hechas de madera. El suelo se cubre con cama de paja y de vez en cuando, ya convertida en fiemo o estiércol, se renueva.

A veces, dentro del corral, se halla independiente la cabaña del pastor. En otras ocasiones se construye aparte; es de pequeñas dimensiones, cuadrada, con tejado. Para cama se sirve de la paja, una piel de oveja y una manta. Unas piedras en un rincón hacen de hogar para hacer fuego y el humo sale por la chimenea o por un simple hueco. En algunos palos de madera colocados en la pared se cuelgan los utensilios.

Los pastores disponían en su cabaña de una sartén, una olla de hierro y un caldero para hacer las migas; una aceitera y una vasija de cerámica para el sebo o la manteca. La sal solía tenerse dentro de un trozo de cuerno; la cuchara era de madera de boj. Para alumbrarse utilizaron teas, candiles y posteriormente un farol de carburo.

La barrera o patio es la zona abierta situada frente al cubierto; es de mayor superficie que él y de forma irregular. El cerco se construye como si fuera una tapia baja con piedras sin trabajar. Menos corriente es el cerco construido con troncos a manera de pies derechos con ramas entrelazadas. La puerta o queleta era de tablas o palos, como reja con celosías, en cuyos huecos colocaban ramas con pinchos, ollagas, para que no se arrimaran los animales. Actualmente las hacen metálicas.

Dentro del patio y cerca de la puerta está la caseta del perro, construida de obra o con ramajes. También en esta zona había comederas para el pienso y forraje.


 
  1. En la comarca de Sangüesa se pueden encontrar antiguos corrales de factura gótica (Rocaforte) o incluso románica, que conservan sus pesebres de piedra. Su datación es imprecisa y fueron utilizadas a lo largo del tiempo como refugio del ganado. Vide Juan Cruz LABEAGA. «Ganadería en Sangüesa (Navarra)» in AEF, XLI (1998-1999) pp. 61-62.