Trashumancia estival a las sierras de Urbasa y Andia
A Urbasa y Andia trashumaban pastores procedentes de la Navarra Media y Ribera pero no se han conservado muchos datos de sus costumbres. Nuestra encuesta etnográfica de San Martín de Unx (N) es un testimonio de interés a este respecto.
Recuerdan en esta localidad que durante la estancia en Andia no disponían ni de corrales ni de rediles, por lo que las ovejas pasaban la noche alrededor de la choza. Tampoco había chabolas permanentes, sino simples chozas a modo de cabañas perecederas de planta rectangular. Algunos amescoanos guardan memoria de que preparaban a estos pastores las chabolas y majadas con ramas y tepes. En ellas se cobijaban como podían varios pastores, si bien cada cual comía de lo suyo. Para ello debían bajar a aprovisionarse a los pueblos de las faldas de la sierra, tales como Lezaun, Munarriz e Iturgoien. La alimentación constaba de migas para desayunar, de nuevo migas o patatas cocidas en la comida y para la cena se preparaban unas habichuelas y unas chulas de tocino que se acompañaban con pan y vino.
Al menos desde los años setenta los pastores se alojan en el pueblo, por lo que no se hacen comidas en el campo o si se trata de asalariados, el amo sube con la furgoneta para llevarles las provisiones y realizar una visita al ganado. Las pocas chabolas que existen se han convertido en una pequeña casa de planta baja con ciertas comodidades.
Los pastores trashumantes salen a pastar durante todo el día sus rebaños de raza churra, llevando una vigilancia continua de éstos.