Reaparición reciente

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar

Tras un buen número de años de ausencia a partir de los ochenta el lobo comenzó a merodear de nuevo y hoy en día sus ataques son habituales en algunas de las zonas estudiadas.

El animal que más daño ha causado y sigue causando en la ganadería local de la Tierra de Ayala (A) y fundamentalmente en Sierra Salvada es el lobo. Desde comienzos de siglo hasta la década de los sesenta, este animal visitaba esporádicamente la sierra proveniente de los vecinos valles burgaleses y cántabros de Losa, Mena y Soba ya que en Ayala y Salvada el lobo se extinguió hacia mediados del siglo XX, pero continuó habitando en áreas próximas. Tras veinte años de ausencia debido al fuerte acoso a que fue sometido, volvió a aparecer en la década de los ochenta. Desde entonces hasta hoy el numero de ejemplares que merodean por Salvada ha ido en aumento, pero no parece que se hayan establecido en ella.

En Valderejo (A) el lobo debió de desaparecer a principios del siglo XX; ha reaparecido en estos últimos años y recientemente se ha capturado alguno mediante batidas.

En Agurain (A) había ejemplares a principios de siglo pero hoy en día no existen en la zona y, cuando uno de éstos o un perro asilvestrado llegan venidos de otros lugares, proceden rápidamente a su eliminación.

En Aralar (G) a mediados de los noventa se habló de la presencia de un lobo por la zona que mató varias ovejas, pero no se le pudo capturar (Ernio-G).

En Orozko (B), después de llevar desaparecido varias décadas, en 1997 mató varias ovejas en una sola noche.

Los pastores opinan que se han operado ciertos cambios en el comportamiento de los lobos que atacan en la actualidad. Como consecuencia de ello se ha extendido la creencia de que han sido liberados por humanos y que al estar acostumbrados a su presencia no se asustan.

En Orozko su presencia actual se achaca a que la Diputación vizcaina los ha soltado expresamente en Gorbea y como han sido criados en granjas resulta imposible asustarlos como ocurría antes.

En Urkabustaiz (A) los informantes opinan que los lobos nunca han sido tan abundantes como en la actualidad aunque los más ancianos señalan que «ya no son tan fieros como los de antes porque los han echado». A su juicio ahora no tienen miedo a las personas y se acercan a las casas.

Una de las consecuencias de la reaparición ha sido que los pastores han optado por no subir sus rebaños a los montes ya que no están dispuestos a volver a dormir en las cabañas y regresar a un modo de vida tan duro como el de sus antecesores.

En Urkabustaiz algunos ganaderos han optado por no echar el ganado a la sierra. Aunque la presencia de los mastines intimida al animal «en días de niebla, cuando el rebaño se dispersa, ataca y consigue matar a más de una oveja».