El signo de la cruz

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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El hecho de colocar cruces de paja en el fondo del nido o trazar la cruz tomando tanto la gallina como los huevos al objeto de que la incubación llegase a buen término se ha constatado fundamentalmente en el territorio de Navarra.

En Valcarlos (N) a principios de los sesenta se ponía la gallina sobre los huevos haciendo tres cruces sobre el nido. Se depositaba en el borde un ramo de laurel, a continuación la gallina y para terminar la hoz con el filo hacía arriba cerca del animal; esto último para preservarle del rayo y de las tormentas[1].

En Bera (N) colocaban los huevos en la cesta donde iban a ser incubados de dos en dos, y antes, con el par en la mano, se persignaban. Al igual que en otras muchas localidades nunca ponían a empollar un número par de huevos, sino siempre impar[2]. Una costumbre similar procedente de Sara (L) se ha mencionado más arriba.

En Améscoa (N) antaño la culeca se echaba con cierta solemnidad. Primeramente se formaba una cruz con paja en el fondo del nido y después la señora de la casa, tomando en sus manos la culeca, dibujaba con ella la señal de la cruz sobre el nido de huevos que se iban a incubar y recitaba: «Glorioso San Salvador, catorce pollitas y un cantador».

El mismo rito y la misma fórmula empleaban para «echar la culeca» en Lezaun, en Romanzado y en Urraúl Bajo (N). Igual actuaban en Elciego y en otros pueblos de la Rioja alavesa.


 
  1. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de José M.ª SATRUSTEGUI. «Folklore de Valcarlos» in BRSBAP, XXII (1966) pp. 24, 25, 60 y de «Estudio del grupo doméstico de Valcarlos» in CEEN, I (1969) pp. 143, 160-161.
  2. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de Julio CARO BAROJA. La vida rural en Vera de Bidasoa. Madrid, 1944, pp. 70, 78 y 79.