Los pastos de las Bardenas Reales

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Las Bardenas Reales, con sus 42.500 ha, superan en extensión al mayor municipio de la Comunidad Foral y destacan por su singularidad administrativa y la variedad de sus usufructuarios. Son disfrutadas por un total de 22 congozantes de los que 19 son los pueblos siguientes: Arguedas, Buñuel, Cabanillas, Cadreita, Caparroso, Corella, Carcastillo, Cortes, Falces, Funes, Fustiñana, Marcilla, Mélida, Milagro, Peralta, Santacara, Tudela, Valtierra y Villafranca; además tienen esta misma condición el Monasterio de la Oliva y los Valles de Roncal y Salazar que disfrutan del privilegio secular de pastar en ellas con rebaños trashumantes durante la invernada.

No existe una norma escrita sobre distribución de pastos para este territorio, por lo que cada cual va donde lo cree más oportuno, si bien la tradición ha hecho que los pastores tengan unas zonas concretas a las que acudir. Tras entrar a las Bardenas por el Paso, cada pastor se encamina a su territorio o guarida: a la Cruceta, al Plano, a La Negra, etc. Así, por ejemplo, a la Bardena Negra van desde siempre los pastores roncaleses, como a la Bardena Blanca acuden los salacencos. Diariamente, pastores y ganados se desplazan entre 3 y 4 km, más o menos por los mismos pastos, si bien no es frecuente que se encuentren los pastores entre sí. Al atardecer, los rebaños vuelven a los corrales habituales.

Ordenanzas. Disponen de unas primeras Ordenanzas en sentido estricto que fueron redactadas en 1820 por los representantes de las 22 comunidades congozantes. Posteriormente se dictaron nuevas ordenanzas en 1935 y en la Junta General de 1961 se aprobaron unas que con revisiones en años posteriores han regido hasta la declaración de Parque Natural en 1999[1].


 
  1. Javier ITURBIDE (Coord.). El Parque Natural de las Bardenas Reales. Pamplona, 1999, pp. 68 y ss.