Basaburua Menor
En las montañas de Basaburua existían en los años treinta[1] seis majadas, sarobeak. Se hallaban en pasturajes donde el pastor construía su choza, itxola. Ésta sería de su propiedad al tiempo que el terreno sobre el que se había levantado seguía siendo comunal.
En el año 1936 en los montes que rodeaban a Ezkurra (N) había 25 chozas; cada pastor tenía la suya, que le servía de albergue desde mayo hasta diciembre. Ya por aquellas fechas iba descendiendo el número de familias que se dedicaban exclusivamente al pastoreo.
La choza, itxola, era una construcción de paredes y techo; éste era de una sola vertiente y estaba cubierto de losas de piedra colocadas sobre cabrios.
Tenía dos compartimentos, zizkilluak; el primero servía para guardar la leña y los útiles; en el otro, al que se accedía desde aquél, estaba el fogón, sutokia. Una viga, ipurtzulkia, atravesaba el compartimento y delimitaba el camastro, etzanlekua. Éste se adecentaba con leñas que se cubrían con helechos sobre los cuales se disponían pieles de oveja. Una bufanda servía de cobertor. Un hueco, leioa, en la pared, hacía las veces de alacena para colocar ollas y otros utensilios.
Los quesos que el pastor fabricaba durante su permanencia en el monte los guardaba en la choza colocándolos en tablas que colgaban del techo; cuando en día festivo descendía al pueblo los llevaba a su casa.
- ↑ José Miguel de BARANDIARAN. «Contribución al estudio etnográfico del pueblo de Ezkurra» in AEF, XXXV (1988-1989) pp. 46 y 55.