Daños causados por el zorro

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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El zorro se ha considerado un animal perjudicial para el ganado lanar y caprino por su habilidad para robar y matar corderos y cabritos y en ocasiones también ovejas. Si esto ocurría en el monte, en el caserío se le ha temido por la frecuencia con que entraba en los gallineros.

En Abadiano (B) el principal enemigo de los pastores durante este siglo ha sido el zorro, azeria. Normalmente cazaba corderos, pero también ha habido ocasiones en que ha matado ovejas. En Sollube (B); Eugi y Ultzama (N) se le consideraba muy perjudicial para el ganado lanar ya que mataba los corderos. En Triano (B) porque captura las crías recién nacidas para chuparles la sangre.

En algunos pueblos de la Montaña Alavesa el zorro recibe el nombre de garcía[1] y obligaba a los pastores a encerrar los rebaños en las cuadras del pueblo tan pronto anochecía por el peligro que suponía dejarlos en el monte ya que atacaba a los corderos.

En Urkabustaiz (A) reconocen que algunos raposos se limitan a matar ratones pero otros se «pican» con los corderos pequeños porque «sólo quieren sangre, no carne». En el caso de que los animales, tanto cabras como ovejas, paran en el monte, es fácil que las crías desaparezcan por su culpa.

En la Sierra de Badaia (A) se dice que el raposo suele robar bastantes cabritos. Uno ataca a la cabra que está con su cría y mientras aquélla lo persigue para ahuyentarlo, otro aprovecha para robar el cabrito y llevarlo a la madriguera para alimento de los cachorros. Resulta más difícil que robe la cría a la oveja porque pare junto al rebaño y se queda junto a él. La cabra, en cambio, pare apartada.

En Ribera Alta (A) el raposo era animal que causaba problemas, especialmente en los gallineros. No se organizaban veredas para atraparlo como al lobo, pero cuando un vecino conseguía matar alguno recibía las felicitaciones de los demás. En Ultzama (N) también temían sus acometidas, al igual que en Urkabustaiz, donde dicen que «son capaces de levantar todo un gallinero». En la Montaña Alavesa decían que los principales daños los causaba durante la temporada de cría de las gallinas.

En la región de Agurain (A) los pastores perseguían al zorro porque, al trasladarse a la sierra con el ganado y la familia, llevaban consigo las aves de corral y sufrían muchas bajas al cabo de la temporada por sus acometidas[2].


 
  1. Según Baraibar la voz garcía procede de garcio, genitivo garcionis, vocablo cuya existencia en el bajo latín se ha inferido de la de sus representantes romances: francés garce y garçon; provenzal gart, guart, garsi, garso, guarzon; catalán garsó; italiano garzone; castellano garzón. En el francés antiguo garce significaba «joven o mujer» y era simplemente el femenino de garçon. La tendencia peyorativa hizo de garce un término injurioso y grosero. De garce, con el significado de «ramera, bribona, perdida», por intermedio del provenzal garsi, procede probablemente garcía, nombre impuesto al zorro por los labriegos víctimas de sus fechorías. Por efecto de la misma relación que ha hecho del femenino de zorro uno de los nombres de las prostitutas, se le llamó garcía «moza perdida y depravada» en Álava, Treviño y Navarra. Vide BARAIBAR, Vocabulario de palabras usadas en Álava y no incluidas en el Diccionario de la Real Academia Española, op. cit.
  2. Los datos referentes a Agurain han sido tomados de José M.ª AZCARRAGA. «La vida pastoril en la región de Salvatierra» in AEF, XV (1955) p. 176.