Sierras de Anboto y Aramotz
Las laderas septentrionales de la Sierra de Anboto pertenecen a los municipios de Abadiano y Axpe (B). Las antiguas txabolas son de piedra con cubierta de tepes, zoiak. En los años setenta, con materiales donados por un empresario de la zona se construyó en el collado de Larrano (950 m) una txabola con cubierta de hormigón. Esta techumbre la cubrieron luego con tepes porque, según los pastores, así se protegía el interior del calor exterior en el verano y se conservaba mejor el calor interior en el invierno. Disponía de camas de brezo, ginerrak, de hogar para hacer fuego, así como de un mobiliario elemental: mesa y banquetas.
En el exterior tenía varios cercados, eskortak, de piedra o madera para ordeñar las ovejas. La existencia de varios corrales permitía utilizar los más secos cuando se formaban barrizales con la lluvia. Esta txabola fue utilizada durante años por tres pastores de Abadiano y cuatro de Axpe. Pernoctaban en ella hasta la festividad de Santiago (25 de julio); ese día dejaban de ordeñar las ovejas. En adelante dormirían en casa subiendo al monte cada semana a mirar por el rebaño.
La vertiente meridional de la Sierra de Anboto pertenece al municipio de Aramaio (A) en su barrio de Olaeta próximo a Otxandiano (B). En esta zona ha habido una única txabola, la de Irintzizelai, que ha sido utilizada como albergue; disponía de camastros y cocina, y servía para varios pastores. Pernoctaban en ella hasta mediados de agosto; la leche ordeñada por la mañana la transportaban hasta sus caseríos a la espalda, en burro o en coche.
La sierra de Aramotz está ubicada entre el Duranguesado y el Valle de Arratia; sus cotas se sitúan entre los 1.004 m de Leungane al SE y los 670 m de Belatxikieta al NO. A ella pertenece también la peña de Mugarra (965 m).
A esta sierra ascienden pastores desde Amorebieta, Bernagoitia y Orozketa-Durango. A los pastizales de la zona de Leungane y a las estribaciones de la sierra contigua de Eskubaratz suben con sus rebaños desde los barrios de Artaun y Oba pertenecientes al municipio de Dima (B) en el valle de Arratia. Antaño permanecían en los pastizales altos entre los primeros días de mayo y mediados de agosto; así ocurría en las majadas de Kortatxu y Atxukarre. Un informante conoció en las estribaciones del Mugarra una txabola que era compartida por media docena de pastores. Estas cabañas comunitarias eran de mayores dimensiones, pero su distribución era similar a las ocupadas por un único pastor.
La txabola individual es de planta rectangular de 5 m de largo por 3 m de ancho. Algo más de la mitad del suelo está cubierto de paja y se utiliza como lecho. Al otro lado se emplaza una mesa que venía a ser una madera apoyada sobre dos piedras y un banco de tabla.
En un rincón, sobre el mismo suelo, se encendía el fuego. Entre el hogar y el lecho se ubicaba contra la pared una fregadera rústica: una sección de tronco de haya vaciado con azuela. La parte hueca servía de recipiente, askea.
Había chozas más primitivas, zoiezko txabolak, que tenían cubierta de tepes sobre entramado de madera de haya.
Eran de dimensiones más reducidas y su escasa altura culminaba en el caballete del tejado, gaillurra. Sobre el suelo a modo de lecho se ponía brezo, giñarrea, hierba seca, negu-bedarra y helecho de San Juan, Sanjuan idia, que se quemaba en la hoguera que se encendía la víspera de ese día. Los pastores se cubrían para dormir con cobertores hechos con lana de oveja.
Junto a la txabola estaban los corrales de piedra, arrizko eskortak, para reunir el rebaño; se utilizaban para el ordeño o para hacer la cura a las ovejas que estuvieran cojas o para desinfectar las pezuñas. Los hay de forma circular o de forma cuadrada: consisten en un murete de piedra de unos 90 cm de alto con una abertura que hace de puerta. Suelen tener una superficie entre 100 y 150 m2, dan cabida a rebaños de 100 a 120 ovejas. A uno de los lados del corral, el más castigado por el sol, suele haber hayas, pagoak, y en el opuesto, fresnos, leizarrak. En la puerta se coloca un gran espino, elorria, que se cambia todos los años. Cada pastor tiene uno o varios corrales de este tipo.
Antaño en toda esta sierra de Aramotz que va desde Belatxikieta hasta Leungane los pastores pernoctaban en las txabolas de mayo a julio, durante la temporada de los quesos.