Cierre del trato, tratura heldu

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Una vez llegados comprador y vendedor a un acuerdo sobre el precio, se cerraba el trato. Antaño estos acuerdos eran siempre verbales y la palabra dada tenía idéntico valor al documento escrito. Una vez empeñada la palabra, ninguno de los contratantes podía echarse atrás. Este comportamiento ha tenido carácter general y se ha constatado en Moreda (A); Abadiano, Valle de Carranza (B); zona rural de Elgoibar (G); Eugi, y Sangüesa (N). Hoy en día en cambio se realizan diversos trámites para formalizar el acuerdo.

En ciertos lugares se ha constatado la costumbre de que al cerrar el trato se pronunciaban algunas fórmulas rituales de invocación a San Antonio para que protegiera al animal. Así en Abadiano (Anboto-Urkiola-B) se decía «San Antoniok gorde dagiala», en Legazpi (G) el vendedor deseaba al comprador que el santo bendijera lo adquirido, «San Antoniok bedeinkatu daiala» y en la zona rural de Elgoibar (G) todavía hoy en día las personas mayores utilizan la expresión: «que San Antonio le guarde (o le dé suerte) al animal»[1].

En Zeanuri (B) se han recogido dos modalidades de hacer el trato para adquirir ovejas. Una de ellas denominada elejian o aukeran suponía que primero se acordaba entre ambas partes el precio a pagar y una vez cerrado el trato, el comprador elegía las ovejas. Si se optaba por la segunda modalidad, llamada erreusak o errusak, era el vendedor quien separaba las cabezas de ganado.


 
  1. También en Apellániz (A) antaño al cerrar el trato, se estrechaban la mano, dejaban una señal y no se olvidaban de decir «San Antón lo guarde». Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. «Apellániz. Pasado y presente de un pueblo alavés» in Ohitura, 0 (1981) p. 100.