Ovejas
Se constatan costumbres diversas a propósito de los nombres de las ovejas. Es dominante la tendencia de quienes las mencionan por el nombre genérico sin designarles ninguno propio; hay pastores que imponen nombre propio solamente a algunas por ejercer de guiadoras o por presentar determinada singularidad dentro del rebaño, y quienes lo hacen a cada una de las cabezas del rebaño.
La mayoría de los informantes señalan que se las designa con nombre propio cuando hay varias personas encargadas de cuidar y atender el rebaño y el desempeño de las propias tareas pastoriles les obliga a ello para poder entenderse entre sí. También en el ámbito familiar o entre pastores pueden utilizar un nombre, más para referirse al animal que para llamarlo.
En las localidades que bordean el monte Oiz (B) todas las ovejas tenían su nombre. Aun así hay diferencias de unos lugares a otros; en Zenarruza la costumbre de poner nombre a las ovejas fue más general en tiempos pasados; en Bernagoitia y Garai señalan que si con el rebaño trabajaba un único pastor raramente les ponía nombre. Esa costumbre se adoptaba cuando pastoreaban varios y surgía, por lo tanto, la necesidad de transmitirse mutuamente avisos y cometidos.
En Orozko-Gorbea (B) se ha recogido también que en principio a las ovejas no se les asignan nombres específicos como a otros animales domésticos. Ahora bien, cuando los pastores hablan de ellas, las nombran frecuentemente haciendo referencia a sus características físicas para hacer entender de cuál se trata. En Zeanuri-Gorbea (B) el pastor conoce a todas sus ovejas pero no les da un nombre concreto; únicamente las identifica cuando habla de ellas con algún familiar u otra persona.
En Elgoibar-Izarraitz (G), antaño, cuando los rebaños no pasaban del centenar de cabezas, el pastor conocía a todas las ovejas y a su prole, cada una tenía su nombre y por él la conocían los miembros de la casa. Señalan los informantes que los animales diferían más entre sí que hoy día; tenían la cara roja, pinta, negra..., mientras que las actuales son todas lachas del Gorbea, con moño en la testuz, cabeza un poco oscura y color chocolate. Como los rebaños son más numerosos que en otro tiempo, pasan del medio millar de cabezas, si no se está continuamente con ellas resulta imposible distinguirlas.
En Hondarribia-Jaizkibel (G) no todas las ovejas del rebaño tienen nombre, sólo algunas de ellas y por él las conocen los de casa.
En Arraioz-Baztan (N), según una informante, los buenos pastores ponen nombre a las ovejas pero no es muy frecuente. Reciben nombre propio las que tienen alguna característica especial, pero en ningún caso todas las del rebaño.
En San Martín de Unx (N) normalmente no se les asignaba nombre. Algunos se lo ponían a las más dóciles o a las que se distinguían por determinada cualidad o circunstancia. Estos nombres se utilizaban más para referirse al animal que para llamarlo.
En Lodosa (N) les ponen nombre a algunas de ellas por capricho ya que el pastor que tiene buen ojo las conoce a todas y no necesita asignarles nombre.
De todas formas cuando se decide ponerles nombre propio, es el dueño del animal quien se lo impone, atendiendo a diferentes criterios o razones, como vamos a ver a continuación. Entre ellos sobresalen los relacionados con rasgos físicos, defectos, color, carácter, cualidades, lugar de nacimiento del propio animal o con personas del entorno del dueño u obedecen al simple capricho de éste.
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Por las características físicas
Es frecuente imponer nombres a las ovejas en razón de su aspecto, fisonomía, apariencia o defecto físico de alguna parte u órgano de su cuerpo. Así en las localidades encuestadas se han registrado nombres como:
Elefante, por tener el morro parecido a una trompa; Estrellita, por contar con una mancha en la frente; Patitas, por paticorta; Cuernicos, por tenerlos pequeños; Coneja, por orejuda (Amézaga de Zuya-A).
Txiki (pequeña), Ezpantxiki (labios pequeños), Ankaluze (patilarga), Belarriapala (orejas caídas), Belarriluze (orejas largas), Arpegizuri (cara blanca), Adarrokerra (cuerno torcido), Musturluzea (morrilarga), Matrailabaltza (ca- rrillo negro) (Nabarniz-B).
Según la forma de la cabeza: Buruarri (cabeza dura), Buruarritxikia (la hija de cabeza dura), Burunabarra (cabeza parda), Buruzabala (cabeza ancha), Burutxiki (cabeza chica), Buruaundi (cabezona) (Berriz, Nabarniz-B). También estos otros nombres: Buruaundi (cabezona), Txarrimusturra (morro de cerdo), Txarriezpana (labio de cerdo), Ankaluze (patilarga), Ankandi (patas grandes) (Orozko-B).
Musturluze (morrilarga), Topiña (paticorta), Belarriaundi (orejuda) (Gerena-Oiz-B); Tuertea (tuerta) (Bernagoitia-B); Mosugorria (morro rojo), Txarriezpanak (labios de cerdo) (Anboto-Olaeta-B).
Atzemakurra (lomo caído), Motosduna (moño en la testuz), Ardi nausia (oveja grande) (Zeanuri-B); Adartxiki (cuerno pequeño) (Ezkio-G); Muturraundia (morruda), Ezpaiñmotx (labios cortos) (Ataun-G).
Txaparro (pequeña), Txatea (chata), Buztan txo (rabito), Ankokerra (patas combadas), Matruka (peleona) (Anboto-Olaeta). Adarduna (cornuda), Buztanmotza (rabicorta), Melar (estrecha) (Elosua-G); Lepamee (lomo estrecho) (Arraioz-N); Ahakari (cornuda) (Sara-L). Referidas al aspecto de la ubre o de los pezones: Errobakarra (único pezón) (Nabarniz); Erroandia (gran ubre), Esnesikua (sin leche) (Anboto-Olaeta); Tetasola (Orozko).
También se han constatado nombres relacionados con la forma de balar: Jilguera, por su peculiar balido; Biriqui, por los buenos pulmones al balar; Currinca, porque el balido parece un gruñido; Endengue, por balar débil y temblorosamente (Amézaga de Zuya).
Es muy común recurrir al color de la testuz o de la lana para nombrar a las ovejas. También se tienen en cuenta las distintas partes del cuerpo:
Rojiza, por tener alguna mancha de este color; Oxidada, por el color ferroso; Pelirroja, por el colorido (Amézaga de Zuya-A).
Burubaltza, Buruzuria, Burugorria, según fuera negra, blanca o rojiza respectivamente la lana de la testuz (Berriz, Nabarniz-B). Por el color de la lana podían ser también Pinttanea (blanquinegra), Pinttanatxiki (hija de la blanquinegra), Samabaltza (pescuezo negro) (Zenarruza-Oiz-B); Urdiña (gris) (Berriz).
Nabarra (parda), Ardi beillegia (oveja amarilla), Arpegibeillegia (cara amarilla), Musturrurdina (morro pardo) (Orozko-B).
Autskolorea (color ceniza), Beilegia (color amarillento), Txokolatekolorea (color chocolate), Burubaltza (cabeza negra), Lepoganegorriskea[1] (lomo amarronado), Lexikolorekoa (color lejía), Gaztainaeldukolorea (color castaña ma- dura), Idunbaltza (cuello negro), Idungorria (pecho marrón), Nabarra (blanquinegro) (Zeanuri-B).
Ardi baltza (oveja negra), Ardi urdiña (amarronada), Gari kolorekoa (trigueña), Kastaiña kolorea (color castaña), Txokolate kolorea (color chocolate), Pinttoa (blanquinegra), Urdiña (parda). Txakurrulea (pelo corto y fuerte), Ulekrispua (pelo rudo), Ulesueltua (pelo suelto), Kapagogorrekoulea (pelo duro) (Anboto-Olaeta-B).
Muturgorria/Muturgorri (morro rojizo), Mu turpinttua (morro blanquinegro), Muxubeltz (morro negro), Muturtxuri/muturxuri (morro blanco) (Elosua, Ezkio, Hondarribia-G; Sara-L). Lanaluze (lana larga), Lanaerre (lana escasa) (Nabarniz); Rizosa, por lo ensortijado de la lana (Amézaga de Zuya); Ulekrispeua (pelo rudo) (Zenarruza-Oiz).
Por el carácter
Atendiendo a la forma de ser y de comportarse el animal:
Sevillana, por bailarina e inquieta; Cabrita, Patacabra, por saltarina; Raposa, por inquieta y maliciosa; Comunista, por mala y guerrera; Concejala, por mandona y decidida; Condesa, por el porte; Simpática, por zalamera y cercana al pastor; Barrabás, por maliciosa y bruta al embestir; Morrosca, por tozuda y sombría; Carreras, por estar siempre corriendo; Pichona, por lo cariñosa y zalamera (Amézaga de Zuya-A).
Sorgiña (bruja), Diabrua (diablesa), Lapurra (ladrona), Solaria (que gusta de comer en huertas ajenas) (Nabarniz-B); Uxua (espantadiza), Saltolaria (saltarina), Ariñeketalaria (veloz) (Bernagoitia-Oiz-B); Okerra (mala), Zuzena (dócil), Zenteno (rápida) (ZenarruzaMarkina-Oiz-B); Pinttolapurra (blanquinegra ladrona) (Berriz-Oiz-B); Nabarmena (destacada) (Orozko-B).
Satanás (por mala) (Elosua-G); Gaiztua (mala), Txepela (insulsa) (Ezkio-G); Sarkoia (aficionada a entrar en heredades aje nas) (Arraioz-N).
Azkonarra (tejón), Azeria (zorra) (Garai-B). Ardi mamalea, Ardi burubakoa, Arrak jotako ardia (locuela) (Anboto-Olaeta-B).
Por el lugar de nacimiento o asociados a sucesos
A veces se eligen nombres relacionados con el momento, paraje o fecha de nacimiento del animal.
Luebau, nacida en las trincheras; Egui, nacida en la ladera; Cenizas, nacida en las cenizas de una hoguera; Amanecer, nacida al alba (Amézaga de Zuya-A).
Según el monte o el lugar de nacimiento incorporan el topónimo como nombre: Mendi, Menditxiki, Elbizuri, Airo-ardia, Turruntzi, Telleria, Llaixube (Nabarniz-B).
Nombres relacionados con personas, caseríos o lugares donde se ha adquirido el animal.
Soriana, toledana, gallega, bergaresa, por haber sido compradas en dichos lugares (Amézaga de Zuya-A).
También las hay que deben su nombre a la cantidad por la que fueron compradas, así Doscientos, porque costó 200 duros, y Milduros (Amézaga de Zuya).
Algunas veces los nombres hacen referencia a sucesos acontecidos en la vida del animal o a hábitos por él adquiridos.
La que mordió el lobo (Valderejo-A); Kusa topetan ibilten dana (la buscadora de buena hierba) (Garai-Oiz-B); Aztrokatan euki ebanak umea (la que parió en el caserío Aztrokata) (Bernagoitia-B); Igaz bi egin zituena (la que el pasado año parió dos corderos) (Zeanuri-B); Bikote (por haber tenido dos crías) (Elosua-G); Irukotxetakoa (la trilliza) (Berriz-Oiz-B).
Nombres de familiares, conocidos o famosos
En ocasiones se eligen nombres de la mujer, hijos o personas allegadas al pastor; bien por cercanía familiar o bien porque el animal presenta sus ademanes, porte o manías.
En algunos rebaños cada oveja tiene nombre propio, siempre de mujer: Gloria, Kazinta, Juanita... (Eugi-N); Maite, Pascualina, Enriqueta, Piluca, Paloma... (Amézaga de Zuya-A).
También a veces se les pone el nombre en recuerdo de alguno de los hijos del pastor: Rosa-ardia, Juanluis-ardia (Nabarniz-B); Juanita, Margarita (Garai-Oiz-B).
La influencia de la televisión se ha hecho notar en las denominaciones del ganado. No resulta extraño adoptar nombres de artistas, de personajes de películas o de dibujos animados: Pantoja, Cleopatra, Blancanieves, Copito de nieve, Pitufina (Amézaga de Zuya-A). También en el Valle de Orozko (B) señalan que hoy en día ponen a las ovejas nombres de personajes de la televisión y actrices.
Nombres concatenados
Ha estado extendida la costumbre de que partiendo de un primer nombre se vayan concatenando otros. Así, por ejemplo, partiendo de la madre, sus descendientes van adoptando el suyo completando el nombre materno y con referencia a alguna otra característica.
Elorreta, Elorretan umea, Elorretan laguna (la proveniente del caserío Elorreta, la hija de ésta, su amiga) (Gerena-Oiz-B).
A veces surgen nombres enlazados partiendo de uno inicial al igual que ocurre con las casas, heredades y apellidos: Dunbaduna (la portadora del cencerro), Dunbadun umea (la hija de la del cencerro), Dunbadun mosubaltza (la hija morrinegra de la del cencerro), Dunbadun mosugorria (la hija morrirroja de la del cencerro), etc. (Bernagoitia-Oiz-B).
Una oveja llamada Txokolo parió y a partir de entonces comenzó a conocérsele como Txokolo zaarra (vieja Txokolo) y a su cría como Txokolo gaztea (joven Txokolo) y a la cría de ésta como Txokolo txikia (pequeña Txokolo). La oveja nacida de una llamada Txotxo recibió el nombre de Txotxiko (Anboto-Olaeta-B).
- ↑ Gorrie, que literalmente significa «rojo», es utilizado para identificar el color marrón.