XVI. INDUMENTARIA DEL PASTOR
Al igual que ha sucedido en otros aspectos de la vida, la transformación operada en la indumentaria pastoril durante las últimas décadas se debe a la introducción de nuevos materiales para la confección de la ropa y del calzado y a los procesos de fabricación industrial.
El pastor no se ha diferenciado mucho en su modo de vestir del agricultor, pero su prolongada permanencia a la intemperie le ha obligado a usar prendas especiales de protección o de abrigo. Entre ellas están los espalderos y delanteros hechos con piel de oveja o cabra; el kapusai o txartesa[1], capa confeccionada con tela de lana; la hongarina especie de abrigo de paño burdo con capucha; el tapabocas o manta de campo; los pantalones enfundados en mantarrak, peales o piales; las abarcas fabricadas con piel de ganado vacuno cuyos cordones se cruzaban en las pantorrillas sobre los peales atándolos bajo las rodillas.
A la indumentaria del pastor han pertenecido también el zurrón hecho con piel de oveja y el cayado de avellano.
Según Caro Baroja el pastor vasco solía llevar un traje tradicional de origen antiquísimo compuesto de las prendas que siguen: kapusai, de tejido pardo, marraga, de pelo de cabra, o la prenda equivalente llamada xartex, más bien grisácea; zurrón (zorro), de cuero de cabra; kurkubita, calabaza en que transportaba la leche o el agua. Cubría sus piernas con medias que él mismo fabricaba (así como las ligas), o con tiras de lana y el calzado usual que tanto para pastores como para labradores eran las abarcas, abarkak, en las que cabe registrar alguna diferencia con respecto a las de otras zonas de la península[2].
Siguiendo los datos obtenidos en las localidades encuestadas describiremos la vigencia, la transición y las peculiaridades que ofrecen las prendas que caracterizaron la indumentaria tradicional del pastor.
Apartados:
Contenido de esta página
Prendas de abrigo tradicionales
Calzados tradicionales
Indumentaria actual del pastor
Útiles y armas del pastor
- ↑ Manuel de LARRAMENDI en su Corografía de Guipúzcoa escrita a finales del siglo XVIII señala que «hombres y mujeres en las caserías conservan los capisayos y charteses con capillas, mangas anchas y cortas, de que usan en el monte en tiempos lluviosos y cuando cogen argoma y cortan espinas y zarzas y otros trabajos. Pero estos capisayos se han desterrado aún de la gente común de los pueblos, y nunca se han estilado entre mujeres». Vide Corografía o descripción general de la Muy Noble y Muy Leal Provincia de Guipuzcoa. Barcelona, 1882, p. 180.
- ↑ Julio CARO BAROJA. Los vascos. San Sebastián, 1949, p. 230.