Rioja Alavesa. Moreda

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En la Rioja Alavesa las chozas de campo abundan en todos los pueblos. Estos refugios construidos en piedra sin puerta alguna son utilizados tanto por labradores como por pastores.

Los pastores de los pueblos limítrofes a Moreda, como Labraza, Pipaón y otros, utilizaron antaño para sus reuniones la choza de los Gaonas. Allí acudían los cencerreros de Pipaón para venderles sus artesanías.

Corrales en el monte. En el monte comunero de Toloño, perteneciente en su parte más oriental a todos los pueblos de la antigua Hermandad de Laguardia, hay, junto a Cripán, unas majadas valladas al aire libre. Allí guarda su ganado en época veraniega un pastor de Lanciego que es el único en la Rioja Alavesa que actualmente practica la trashumancia con ovejas. En Toloño permanece desde julio hasta octubre.

El corral está levantado con tubos y toldos, materiales fáciles de transportar. El tejado lo conforman los toldos sustentados por postes de diversas alturas: los centrales más altos que los laterales. El corral se asemeja así a una gran tienda de campaña que al final de la temporada veraniega se desmonta reponiendo cada año el material deteriorado. El suelo se cubre de paja y para mantener limpio el ganado se saca por la mañana la basura con carretilla fuera del corral. Junto a él un vallado de alambre sirve para retener las ovejas.

Detrás de los corrales en una pequeña construcción se guardan los fardos de paja que se emplean para cama y para alimento cuando llueve y el ganado no puede salir al campo.

Corrales en los campos. Los pastores de Moreda informan que en los pueblos pequeños no solía haber corrales de campo. Cuando había riesgo de tormenta o nublado regresaban al pueblo con sus rebaños y los cobijaban en las corraleras que tenían en la localidad. Sin embargo, pueblos como Cripán conservan en su toponimia nombres como Las Majadas, que hacen alusión a los corrales o refugios que había antaño en el campo para el ganado y para los pastores.

El corral de las Nogueras de Labraza, distante medio día de la población, puede servir de ejemplo de lo que es una majada de campo en la Rioja Alavesa. Se ubica en una ladera, entre el río al este y el monte al oeste. Sus muros y paredes son de piedra y el tejado, a un agua, es de madera y cañizas por el interior y tejas sujetas con piedras por el exterior. El suelo es de tierra batida. Los muros están levantados sobre piedras o cantera natural; en la pared destacan algunas piedras salientes. Tiene cuatro ventanas y una puerta de madera con inscripciones de cruces y de letras iniciales. Las dimensiones del corral son 15 m de largo por 5 m de ancho; su altura va de los 3 m en el lateral junto al monte a los 2 m en su lateral junto al río. Sostienen la techumbre tres pilares de 1,5 m de altura: encima de cada pilar hay una piedra sillar bien trabajada procedente posiblemente de algún edificio noble de las proximidades. Hoy en día (1998) este corral está abandonado, su puerta abierta y amenaza ruina.

Por otra parte ha sido común en Moreda (A) utilizar las ermitas que la villa ha tenido en sus campos para dar cobijo en ellas al ganado; hecho este que era denunciado por los visitadores episcopales de la Iglesia[1].

Pueblos de jurisdicción mayor que la de Moreda, caso de Lanciego, siguen teniendo en sus campos buen número de corrales o majadas para guarecer el ganado. Existen rediles en los términos de Palomares (1), Entrecorrales (1), Carreviana (2), Las Majadas (2), Amagorie (3, uno de ellos es para cobijar las cabras) y Los Terreros (2).

Rediles. Los rediles son pequeños recintos formados por muros de piedras superpuestas «a seco», sin masa que las uniera. Existen ruinas de rediles para el ganado en el término de Valdevilla. Al lado de estos restos pasa una antigua cañada de ganado que se dirigía desde tierras de Viana hasta tierras de Labraza, atravesando los términos de Valdevarón, Valdevilla, Ribotas, el Pozarrón y el Molino. Las ruinas nos muestran que se trata de rediles sencillos que sólo sirvieron para cercar y contener el ganado.

En el término conocido como Las Vacarizas se fundó en el siglo XVI una dehesa de ganado vacuno; existen restos de los muros donde se guarecía el ganado.


 
  1. Esta utilización de ermitas para refugio del ganado se da también en el territorio de Bizkaia; y asimismo esta práctica era censurada por los visitadores eclesiásticos.