XIV. EL PERRO DE PASTOR. ARDI-TXAKURRA
El título de este capítulo hace referencia al «perro de pastor» y no al «perro pastor» con la intención de conferirle una mayor amplitud. Entendemos por perro de pastor todo aquel que haya sido de utilidad para éste, tanto si se trata de un pastor de ovejas como de ganado mayor, mientras que el concepto de perro pastor tendría un sentido más restrictivo pues se referiría a la raza o razas de perros utilizadas para cuidar y carear los rebaños de ovejas.
Las labores de protección y conducción del ganado ovino eran realizadas en tiempos pasados por los propios pastores, hasta que se recurrió a la ayuda de los perros. En un principio comenzaron a utilizarse como medio de protección de los rebaños de ovejas frente al ataque de animales dañinos, fundamentalmente lobos. Por esta razón debían ser perros corpulentos y fieros como los mastines, capaces de hacerles frente. Para protegerlos se les colocaba un collar con afiladas púas de hierro. A medida que desde las primeras décadas del siglo XX el lobo fue cediendo terreno ante el acoso humano, los mastines y otros perros de presa perdieron paulatinamente su utilidad lo que, a su vez, se tradujo en una disminución de efectivos y su progresiva sustitución por perros menos corpulentos y con una nueva función. Estos últimos, los conocidos en la actualidad como perros pastores, se utilizan fundamentalmente para la conducción y guía del rebaño y hoy en día se hallan ampliamente extendidos. Su introducción supuso en algunas áreas de pastoreo el desplazamiento de los zagales, niños de corta edad que vieron cómo su labor era sustituida con eficacia por estos perros.
En la década de los noventa ha reaparecido el lobo en áreas de pastoreo en las que no se veía desde hacía décadas y paralelamente ha resurgido el mastín como defensor de los rebaños.